La información que surgió del estudio se utilizará para planificar jornadas de educación ambiental.
El instituto IDEAL Quilmes junto con especialistas de la UBA realizaron un monitoreo de desechos y detectaron que la gran mayoría corresponde a envoltorios y envases de alimentos y bebidas.
Un informe ecológico realizado por especialistas de la UBA y el Instituto de Estudio y Administración Local (IDEAL) Quilmes reveló que el 83 por ciento de los residuos presentes en la selva marginal de Bernal son plásticos provenientes de envoltorios y envases de alimentos y bebidas, desechos que tienen un periodo de degradación de hasta 1000 años y que, además, contaminan el ambiente y pueden ocasionar problemas de salud en la población.
Especialistas del Centro de Transferencia de Conocimiento y Tecnología (CETCOT) de la UBA y referentes de IDEAL difundieron ayer los resultados del monitoreo de residuos que realizaron entre ambas instituciones. El trabajo, titulado "Catálogo de residuos Reserva natural Ribera de Bernal", consistió en cuatro jornadas de técnicos y voluntarios ecológicos que separaron, analizaron y clasificaron casi un millar de residuos.
Los envoltorios plásticos permanecen inalterables durante siglos.
De los objetos analizados surgió que la amplia mayoría (el 83 por ciento de todo el material encontrado) fueron envoltorios, bolsas y botellas, todos de plástico que se usan como packaging.
La clasificación del tipo de plásticos muestra que el 45 por ciento es PEBD (polietileno de baja densidad), con un período de degradación en un rango de 150 a 1000 años, y que es el material de las bolsas de comercios, sachets, envoltorios, potes, entre otros.
El otro tipo de plástico con alta presencia es el PET (polietileno tereftalato), que representó el 21 por ciento de los objetos analizados y es el material de las botellas, bidones, sifones, entre otros, con un período de degradación que va de los 100 a los 1000 años.
Otro punto interesante que muestra el trabajo es el de tipo de productos que contenían esos residuos. La lista está encabezada en orden de cantidad por gaseosas, leche, galletitas, jugo, golosinas, arroz y pañales, lo que pone como eje de debate la necesidad de modificar los hábitos de consumo, ya que la gran mayoría son residuos generados por la alimentación.
Según informaron, toda esta información se utilizará para planificar jornadas de educación ambiental.
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