Desde hace varios meses, el oficialismo que hoy encabeza el exvicegobernador Daniel Salvador ungió al jefe del bloque de JxC en la Legislatura bonaerense, Maximiliano Abad (del riñón de Ernesto Sanz), como su sucesor. Del otro lado, el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, apoyado por sectores variados, desafiará a esa conducción que acompañó la gobernación de María Eugenia Vidal en suelo bonaerense.

CUATRO SECTORES EN QUILMES:

En cambio, en Quilmes podría haber cuatro espacios participando de la discusión partidaria que se aproxima. Todo dependerá de la estrategia bonaerense. En principio, el actual oficialismo referenciado en el diputado provincial Fernando Pérez aparece como el caballo del comisario empujando la candidatura de Gustavo Posse bajo el paragua del desembarco de Martín Lousteau en la Provincia. También se menciona al tándem de Ricardo Cerna y Jorge Cobos en la misma configuración, pero con lista propia. En este sentido, no serían los únicos en esta constelación ya que se incluye al exsecretario de Cultura de la Comuna, Ariel Domené (y la concejal Daniela Conversano) como otro grupo con identidad propia que aparece impulsando la figura de Posse en Quilmes. Se especula que también ellos podrían presentar candidatos propios.

En la vereda de enfrente, se sabe hasta ahora, que estaría el ex intendente Fernando Geronés junto a su ladero Oscar García y la concejal Eylen Viglianco. El grupo cuenta con el respaldo del ex vicegobernador Daniel Salvador e impulsan la figura del Diputado provincial Maxi Abad. Además, contarían con el beneplácito de Martiniano Molina, que aspira a ser parte de la lista de candidatos a diputados nacionales de Juntos por el Cambios y necesita la anuencia de la UCR bonaerense.

POSSE JUEGA AL MISTERIO

Estos meses encuentran a Posse demasiado ocupado con la pandemia como para avanzar en su candidatura. Sin embargo los sectores que lo acompañan trabajan a toda máquina y él no oculta que "cuando llegue el momento" buscará "la renovación mediante el voto del afiliado", según confirmó.

"Desde el primer segundo convocamos a la renovación ideológica, con vocación frentista. Pero Juntos por el Cambio pierde potencia con un radicalismo débil, manejado desde afuera, sin personalidad", definió el intendente.

"Nuestra renovación busca darle vigor a JxC desde el crecimiento partidario", sostuvo y agregó que "cuando pase la pandemia necesitamos que ese 40% que nos votó nos encuentre competitivos, por eso hay que renovar el radicalismo".

Posse es de la idea de que el 11 de octubre, el día dispuesto por el oficialismo para la elección "no debe ser una fecha fija, sino flexible", porque dirigentes y militantes hoy están abocados a "la conmoción nacional" que provoca el coronavirus.

ABAD NO DUDA Y APUESTA:

Por su parte, Abad reparte sus días entre la Legislatura bonaerense y el partido, con viajes constantes a La Plata desde su Mar del Plata, donde vive desde los 4 años.

"Hay que sostener a JxC para construir alternativa y alternancia en la Argentina", sostuvo Abad. "Tuvimos, tenemos y vamos a seguir teniendo diferencias, pero la unidad es estratégica", define en el mismo sentido.

"Pasamos de tener 11 intendentes (en 2015) a tener 32, crecimos en diputados y concejales y normalizamos la Juventud Radical", planteó Abad sobre los últimos 4 años.

Además, celebra porque "se cumplió un año desde que pusimos la paridad de género en cargos electivos y partidarios, y no por una moda, sino porque estábamos convencidos".

A tono con eso, ya eligió a érica Revilla, intendenta de General Arenales y la única jefa comunal de la UCR bonaerense, como su compañera de fórmula.

EL DESEMBARCO DE LOUSTEAU EN PROVINCIA:

En el sector que sostiene a Posse y plantea la renovación se ubican Federico Storani, Juan Manuel Casella y media docena de intendentes. Como novedad, Evolución, la fuerza porteña de Martín Lousteau, debutó en la provincia y coordina estrategias conjuntas con el sanisidrense.

Para el referente del Lousteau y el sector del radicalismo porteño referenciado en Franja Morada y cercano a Enrique "Coti" Nosiglia, "hubo una buena gestión de Vidal, pero el partido no aportó la suficiente", mientras ahora aspiran a "un protagonismo como socio pleno".

Por ahora, y si la pandemia comienza a dar respiro, el 11 de octubre será la fecha para dirimir cuál de los dos sectores conducirá el radicalismo bonaerense.