Sus palabras evidenciaban la emoción que atravesaba antes de salir a escena. Sebastián Crismanich, portador de la bandera argentina durante la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, lo definió clarito: “No quiero despertar de este sueño”.

Pero el taekwondista, medalla de oro en la categoría de hasta 80 kilos, tuvo palabras de agradecimiento para Luis Scola, quien había sido designado como abanderado y le cedió semejante responsabilidad. “Es increíble su generosidad porque se suponía que él era el abanderado, y sin embargo me ha dado la responsabilidad a mí. No puedo creer que un campeón olímpico como él me haya cedido la bandera", tiró.

Por último, y destacándose nuevamente por su humildad, cerró: "Todavía no lo he asumido. Tal vez todavía no me he dado cuenta de que soy un campeón olímpico”.