Ayer, vecinos autoconvocados se manifestaron en Plaza de Mayo y marcharon al ministerio de Planificación. ¿El motivo? Los cortes de luz que no dan respiro. Quieren audiencia con el ministro.
“Díaz Vélez y Río de Janeiro. Los vecinos saliendo a la calle, en el mejor de los casos, con sillitas en la vereda. Todos hablando del único tema posible: un nuevo corte de luz. Los pequeños comerciantes: todos con generadores eléctricos. Hasta el Coto del barrio se vio sin luz por unos minutos, sin poder cobrar y, por ende, vender. En los vecinos todavía suenan las pesadillas de años anteriores, que fueron catastróficos. Villa Crespo, Almagro y Caballito fueron algunos de los barrios más afectados. En algunos casos, el año pasado, los más desafortunados estuvieron más de una semana sin electricidad. Y hoy varios se preguntan por los famosos ‘planes de obras’ prometidos por Julio De Vido, el ministro de Planificación. Porque claro, los cortes siguen”, pinta Alan Levy el cuadro actual de lo que es, por estas horas, la Ciudad de Buenos Aires: un infierno sin luz, un verdadero oxímoron. Levy, joven comunicador independiente, vive en Villa Urquiza pero en breve se mudará a Caballito, cerca del Parque Centenario. Sabe que seguirá pasándola mal.
Cortes de luz que llevan días y se manifiestan, como un reflejo del hartazgo colectivo, en cortes de calle. Al cuadro de Levy, después de una rápida lectura de la cuenta de Facebook de la Asamblea de los Vecinos sin Luz, se le pueden agregar otros barrios, casi hasta llegar a la famosa centena: Balvanera, San Cristóbal, Flores, Floresta, Caballito, La Paternal, Villa Crespo. Cortes que duran horas, días, hasta semanas y que, cuando menguan, se alternan con bajas de tensión.
Por caso, Mariana, vecina de Villa Crespo, cuenta: “En Leopoldo Marechal y Mahatma Gandhi estamos en el octavo día sin luz. La cortan arbitrariamente durante varias horas, luego (con suerte) conectan una fase, al rato cortan el suministro completo nuevamente y así estamos hace 8 días. Además, con subidas y bajadas de tensión como para quemar todos los aparatos eléctricos. En el edificio, el 30 por ciento son personas mayores con movilidad reducida que quedan presas en sus departamentos. Hicimos reclamos en Edesur y al Ministerio de Planificación pero aún no hay solución”. Y María José, expone: “Tengo un local de comidas en Esmeralda 354. El martes a las 6 AM nos cortaron la luz. Hicimos los reclamos correspondientes a Edesur, el Enre y el ministerio de Planificación, cada 3 horas, sin solución. Me llamaron de Edesur para asegurarme que el servicio iba a estar reestablecido antes de las 20. Aún no tenemos luz y al parecer no existe cuadrilla trabajando en el lugar. Todo un gran verso para dilatar los reclamos. Hemos perdido muchísimo dinero en mercadería y, lo más triste, hemos perdido muchos clientes”.
Con un petitorio circulando en Change.org para lograr la rescisión del contrato a Edesur, los vecinos se organizaron y el miércoles realizaron, a través de una convocatoria en redes sociales, una manifestación en Plaza de Mayo, con el objetivo de llegar hasta las puertas de la cartera encabezada por Julio De Vido, en Hipòlito Yrigoyen 250, para poder entregarle un petitorio. Así, pasadas las 18, una delegación de vecinos mantuvo una reunión con Marcelo Montero, coordinador de Cumplimiento de Servicios. El funcionario recibió la nota con el pedido de información pública y los múltiples reclamos, y asumió el compromiso de que Julio De Vido recibirá a los vecinos. “Queremos la audiencia y también que se multe a las empresas y se lleve adelante un fondo de indemnización porque hay gente que se fundió y otra que tuvo que mudarse por esa cuestión”, relata Marcelo Guazzardo, vecino de Almagro. “Queremos que se estatice el servicio”, apunta aNU, sin más.
“A pesar de los reclamos colectivos realizados hace un año por más de 300 vecinos frente a las cortes frecuentes de energía eléctrica en distintos puntos de Caballito, aún no concluyeron las 12 obras de inversión que anunció el Ministerio de Planificación hace un año. El Enre, a través de la respuesta al reclamo colectivo por nota número 112.895/2014, reconoce el estado actual de colapso y admite que no cuenta con información suficiente. Sin embargo, el expediente informa que la multa impuesta es de 20.000 pesos por el incumplimiento de la Resolución 347/Enre/2010. El problema no es el aire acondicionado, como suelen decir desde el Gobierno, cuando este tiene una incidencia en el consumo de un 8 por ciento nacional, mientras que el 32 por ciento del consumo de los artefactos eléctricos del país pertenece a las lámparas de iluminación, tanto de domicilios particulares, empresas o alumbrado público. El problema es, claramente, la falta de inversión de las privatizadas”, explica Martín Iommi, representante de las Asambleas Caballito y Miembro de la Junta Comunal de Caballito. Y agrega: “Además, la construcción indiscriminada avanza en nuestro barrio y eso empeora la situación”.
“Se han acercado a acompañar nuestro reclamo los legisladores Alejandro Bodart, Pablo Bergel, Gustavo Vera, Marcelo Ramal y Virginia González Gass. Y sabemos que Victoria Donda presentó un pedido de informes pero no tuvo respuestas. Las empresas que proveen servicio eléctrico trabajan con tercerizadas, emparchando o arreglando por arriba. Y sin condiciones de seguridad. Personalmente, yo inicié una causa, la voy a seguir a muerte. Vivo por Maza y Rivadavia, en Almagro. Hemos pasado días sin luz. Pero no se crean que esto es cosa del verano: en invierno cada vez hay más gente que usa calefacción por electricidad y el colapso también se da por esa época. Sucede que no tiene prensa”, reflexiona Guazzardo, quien se define como un vecino radical: cuando no hay luz, se corta la calle.
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