El oficialismo tucumano enfrentará en los próximos meses una campaña electoral particular. Por primera vez en más de 15 años, la etapa proselitista se desarrollará con un signo político diferente ocupando la Casa Rosada. Con la mira en esa realidad, el Gobierno peronista local advirtió ayer que priorizará mantener una buena relación institucional con el macrismo, pero que se opondrá a eventuales medidas que puedan afectar los intereses de Tucumán.

“Acompañaremos (las políticas de la Nación) que tiendan a mejorar la calidad de vida de los tucumanos. Cuando nos tengamos que oponer a cuestiones que perjudiquen a la Provincia, seguramente nos opondremos”, consignó el vicegobernador Osvaldo Jaldo. Enumeró después los puntos que cree que deben ser revisados por la Nación en relación a las provincias: la coparticipación y la reactivación de la obra pública. El presidente de la Cámara se encontraba ayer reemplazando en sus funciones al gobernador Juan Manzur (estaba de viaje en Buenos Aires).

“Al frente”

Jaldo afirmó que junto a Manzur se pondrán al frente de la toma de decisiones relacionadas con la campaña y el armado de las listas de candidatos, aunque “sin descuidar la gestión ni las necesidades de los tucumanos”.

Al ser consultado sobre si habrá lugares para La Cámpora en la nómina, dejó abierta la posibilidad. La inclusión de dirigentes de ese espacio por pedido expreso de la Nación había sido una constante durante los gobiernos kirchneristas y había generado molestia en las filas peronistas.

“Es un tema que no comenzamos a abordar, falta mucho tiempo... Nuestro espacio está procurando que el peronismo vaya mayoritariamente unido y esto incluye a todos los sectores peronistas que comulguen con nuestro proyecto político e ideas. Trabajaremos para que el peronismo en octubre vuelva a tener un triunfo rotundo como fueron los de todas las últimas veces que nos hemos presentado”, auguró.

Jaldo visitó las obras de tres módulos habitacionales en Villa Amalia, acompañado por el presidente subrogante de la Legislatura, Julio Silman, y el legislador oficialista Marcelo Caponio.

Caponio -es apoderado del Frente para la Victoria (FpV)- afirmó que la particularidad de los comicios nacionales es que el peronismo participará como oposición. “La madre de las batallas estará en la provincia de Buenos Aires, un bastión para cualquier ambición presidencial. El reordenamiento del territorio bonaerense incidirá en todo el país. En Tucumán, no tenemos ninguna duda de que vamos a ganar las elecciones con mayor porcentaje al que veníamos obteniendo, porque este Gobierno es exitoso”, consideró. Aseveró que aspiran a lograr un porcentaje de votos cercano al 60% y que esperan lograr tres de las cuatro bancas en juego.

Está previsto que dentro de seis meses se celebren las PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), que definirán las listas de candidatos que competirán en octubre, cuando se renueve parcialmente el Congreso. Los mandatos de cuatro diputados tucumanos se vencerán: dos de la oposición (Juan Casañas y Federico Masso) y dos del oficialismo (Mabel Carrizo y Miriam Gallardo).