Abad, Montenegro, Rabinovich y Giri definen la nómina de once precandidaturas a la Cámara de Diputados. El PRO quiere triplicar intendencias. La UCR mira para arriba.
Por Juan Rubinacci
A cinco días del cierre de listas, cuatro dirigentes de Juntos tienen la lapicera para decidir los nombres que integrarán la nómina de aspirantes a la Cámara de Diputados bonaerense en representación de la Quinta sección electoral, región por la que se elegirán 11 bancas en la Legislatura. Los dueños de la rosca son el jefe de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad; el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro; el titular del PRO de Mar del Palta, Emiliano Giri, y el presidente del bloque de la coalición opositora en el Senado de Buenos Aires, Alejandro Rabinovich.
Casualidad o no, todos tienen recorrido, funciones o militancia en Mar del Plata, cabecera seccional y distrito determinante a la hora de trazar la estrategia en la región conformada por 27 intendencias. Justamente, Montenegro, quien anunció que buscará la reelección, tenía una de las llaves para abrir las negociaciones entre radicales, halcones y palomas del partido amarillo. Es que, como contó Letra P, los precandidatos a la gobernación Diego Santilli y Néstor Grindetti le habían ofrecido al alcalde ser su compañero de fórmula, propuesta que este rechazó.
El PRO marplatense maneja una tesis: “Quedó demostrado que para cambiar Mar del Plata no alcanza con tener el municipio, tenemos que tener peso en la provincia y en la nación”, le dijo a Letra P un dirigente que coordina los armados seccionales. Es allí donde Juntos por el Cambio (JxC) se entusiasma con que Abad sea compañero de fórmula de Patricia Bullrich en el primer tramo de la boleta y pensaba en Montenegro junto a Santilli o Grindetti para trabajar en el gobierno provincial.
Sin embargo, con el casillero Mar del Plata ocupado, ahora la discusión se enfocará en la lista seccional. A los nombres de Montenegro y Abad, se suma el de Giri, exfuncionario del fallecido exintendente marplatense Carlos Arroyo, quien en 2021 comenzó a coordinar el partido en municipios donde se encontraba desordenado, con dirigentes heridos y sin representación nacional o provincial. Dirigentes del PRO aseguran que, entre 2015 y 2019, se bajó la orden de no potenciar a candidatos amarillos para no incomodar a intendentes radicales que mandaban en el territorio. Luego de ese período, se propusieron conseguir más intendencias y bancas en los concejos deliberantes, por lo que salieron a identificar dirigentes y levantarlos. Ahora, estos reclaman su turno.
Es el ejemplo del concejal Juan Manazzoni en Tandil -a la sombra del histórico intendente radical Miguel Lunghi-, que ahora buscará destronarlo con la boleta alineada al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Es uno de los dirigentes que en 2019 salió a recuperar el espacio en el distrito, de buena sintonía con el team halcón de Grindetti y compañía, aunque alineado a Santilli para este turno electoral.
Lo mismo sucede con Sandra Ferrandi en San Miguel del Monte, que rompió el bloque en el Concejo y enfrentará al alcalde Jorge Castro nuevamente en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), sólo por citar dos casos. “Los radicales no son generosos en los armados, son buenos facturando lo que tienen y malos pagando lo que tenemos”, le dijo a este medio uno de los referentes seccionales amarillos.
El PRO gobierna tres de los 27 distritos: Dolores, con Camilo Etchevarren; Pinamar, de la mano de Martín Yeza, y General Pueyrredón, con Montenegro. La intención del partido es terminar el año gobernando diez intendencias.
De todas formas, un referente territorial y del ámbito legislativo le dijo a Letra P: “Va a haber dos listas, para mí va a ser importante la alianza con Maxi (Abad) y seguramente él va a poner la cabeza (de la lista)”.
Sin embargo, uno de esos nombres del grupo de los cuatro es apuntado por varios sectores para encabezar la nómina: Giri. Si bien en el PRO marplatense son prudentes a la hora de hablar de precandidaturas, explican que “nadie trabajó como él por el partido en estos años y merece la oportunidad”. Giri no niega la posibilidad y se entusiasma con la idea de ir como uno a la tira de aspirantes a la Cámara baja.
El cuarto nombre es el de Rabinovich. El senador provincial de raíz PRO es otro de los que pretende tener a la sección representada con alguien colgado de las boletas bonaerense o nacional. Caída la chance de Montenegro, empujan la candidatura de Abad a la vicepresidencia con Bullrich para, luego, definir el armado en la Quinta: “Kicillof nos dejó en el último lugar para el reparto de fondos y obras”, le dijo el legislador a Letra P. Por ello también ponen el foco en otro alcalde que está de salida: el pinamarense Yeza, que sonaba para ser jefe de Gabinete de Cristian Ritondo si este llegaba a la gobernación; ahora, su nombre está en el borrador de la lista para ocupar una banca en la Cámara baja del Congreso que dibuja el bullrichismo.
El mayor problema que atraviesa por estas horas la coalición, explican sus dirigentes, es que “no es como en 2021, cuando todos nos alineamos detrás de Santilli; ahora hay radicales con Patricia y otros con Horacio”. Por eso, muchos alientan la posibilidad de la V para jugar con el team halcón y el palomar de Larreta. Los primeros, se entusiasman con la posible vicepresidencia de Abad porque, argumentan, consolidaría a los jefes comunales boinablanca en sus territorios y les daría más poder para manejar la lapicera en los armados locales y, por qué no, empujar también en la estrategia seccional.
Allí se alistan Esteban Reino (Balcarce), Esteban Santoro (Madariaga), Osvaldo Di Nápoli (General Belgrano), Roberto Suescún (Rauch), Emilio Cordonnier (Ayacucho), Arnaldo Harispe (Lezama) y Juan José Fioramonti (Lobería), quien no buscará la reelección, pero pondrá a su secretario de Gobierno en la carrera por la sucesión. En tanto, Lunghi en Tandil juega suelto, y Matías Rapallini (Maipú) y Miguel Gargaglione (San Cayetano) responden a la otra línea radical liderada por Gustavo Posse.
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