Con 39 años y al mando del Partido Demócrata, se encargó de correr a Enrico Letta del poder y ahora surge como uno de los principales nombres para sucederlo.
Renzi, casado y con tres hijos, nació en Florencia el 11 de enero de 1975. Tras completar sus estudios en la Escuela Secundaria Dante de la ciudad toscana se licenció en Derecho en 1999 con una tesis titulada "Florencia 1951-1956: La primera experiencia de Giorgio La Pira alcalde de Florencia".
Su actividad política comenzó durante sus años de estudiante universitario, cuando colaboró en el nacimiento del "Comitati per Prodi" y se inscribió en el Partido Popular Italiano, convirtiéndose en 1999, a los 24 años, en el secretario provincial más joven de esa formación.
Después de unos años ejerciendo diversas responsabilidades en la empresa CHIL, una compañía dedicada a los servicios de marketing, en 2004 se convirtió en presidente de la provincia de Florencia.
En este cargo llevó a cabo diferentes iniciativas basadas en la baja de las tasas provinciales, la reducción del número de personal y de dirigentes en las instituciones y el plan provincial de la basura.
Cuatro años después fue el ganador de las elecciones primarias del Partido Demócrata para encabezar las listas a la alcaldía de Florencia en los comicios de junio de 2009, que desembocaron en su triunfo.
Durante su gestión al frente de la ciudad, se aprobó por primera vez en Italia un plan estructural para reactivar áreas infrautilizadas y una campaña con el objetivo de reducir el número de muertes en las carreteras.
Además, en sus primeros cien días de gobierno consiguió la peatonalización total de la céntrica e histórica plaza florentina del Duomo, con el fin de preservarla del tráfico y la contaminación.
Tras su sólida y fulgurante carrera política en Florencia intentó dar el salto a la política nacional con su candidatura a las pasadas primarias de 2013 del Partido Demócrata.
Su candidatura representaba la corriente del cambio en la política italiana y de renovación de sus clases dirigentes, con un mensaje muy crítico contra la parálisis de la que adolece la política del país, reclamando que los líderes den paso al relevo generacional.
Después de un apasionante duelo resuelto en dos vueltas, Renzi tuvo que conformarse con el 40 por ciento de los sufragios, lo que supuso la victoria para el entonces representante de la izquierda tradicional, Pier Luigi Bersani.
Pero el duelo entre la tradición y los nuevos aires reformistas en la política italiana, una de las más inestables de Europa, se saldó este viernes con el triunfo de la última, representada por este joven y mediático florentino que se había convertido en líder del PD el pasado 8 de diciembre tras una victoria aplastante en las elecciones primarias.
Tras esa victoria que lo convirtió en secretario general del PD, Renzi ha defendido la idea de una profunda transformación de las instituciones italianas, con la modificación de la ley electoral como una de sus grandes prioridades.
El pasado 18 de enero, se reunió con el ex primer ministro Silvio Berlusconi para modificar la actual ley electoral italiana, lo que le valió las críticas de una gran parte de la sociedad italiana y sobre todo supuso un desafío al presidente del gobierno de Italia, el también socialdemócrata Enrico Letta.
La fricción que se desencadenó a raíz de la reunión con Berlusconi, llegó a su punto más álgido cuando los rumores apuntaban a que Renzi podría relevar a Letta como presidente del Gobierno de Italia.
La ambición de Renzi se hizo patente el jueves, cuando aseguró, ante la asamblea de la directiva del PD, que era "necesaria y urgente" la formación de un "nuevo Gobierno" para Italia y reconoció que era "ambicioso", antes de pedir la marcha del Ejecutivo de su compañero de partido, Enrico Letta, que este viernes formalizó su dimisión.
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