Martín José Cortés, empresario multirrubro y presidente del Banco de Formosa, fue una pieza clave en la renegociación de la deuda formoseña del 2010 y el escandaloso rol de The Old Fund en la trama, por la que ahora el fiscal federal Carlos Rívolo pidió su indagatoria, junto a Amado Boudou, y el gobernador Gildo Insfrán, además del socio del vicepresidente, José María Núñez Carmona, y la diputada y ex ministra de Economía formoseña, Beatriz Lotto de Vechietti.
Íntimo del gobernador formoseño –suelen verse en selectos hoteles del centro porteño cuando visitan la ciudad de Buenos Aires–, de bajísimo perfil, Cortés tuvo una participación protagónica en el pago de los 7,6 millones de pesos que el gobierno provincial otorgó a The Old Fund, en los papeles del monotributista Alejandro Paul Vandenbroele, por la supuesta asesoría en la reestructuración de la deuda.
Sin antecedentes en el sector financiero, el empresario llegó a Formosa justo en los meses en los que Insfrán ordenó la instrumentación del pago a TOF a través del Fondo Fiduciario Provincial (Fonfipro). Primero como director –posee además el 4,86 por ciento de las acciones de la entidad–, y luego como presidente, de la mano del gobernador, y gracias a sus vínculos con Boudou y su entorno.
Su participación en la investigada reestructuración de la deuda provincial quedó en la mira por él mismo. En mayo del año pasado, declaró ante el juez federal Ariel Lijo, que por entonces lo había citado por sus vínculos en la trama de la ex Ciccone, que había recibido 2.265.120 pesos de parte de The Old Fund por una serie de estudios sobre inflación que el fondo encabezado por Vandenbroele le había pedido para algunos de sus clientes. La versión del monotributista fue diferente: aseguró en la Justicia que ese monto se debía a la contratación de profesionales "con condiciones técnicas específicas". Ambos maquillaron, a su manera, lo que ahora para Rívolo se trató de una especie de maniobra de "retorno". Ese monto fue clave para la citación ordenada por el fiscal, que ahora deberá quedar en manos del juez Sebastián Casanello, que ya tenía previsto indagar la semana próxima a Vandenbroele.
Ex asesor de comunicación de la provincia de Buenos Aires durante el mandato de Felipe Solá, el vínculo de Cortés con el vicepresidente y los suyos también se manifiesta en el cruce de llamados pedido en su momento por Lijo: Solphone, la empresa de informática del titular del banco formoseño, tenía el mismo domicilio que The Old Fund en el barrio porteño de Puerto Madero, y sus teléfonos registraban cruces con el celular de Héctor Eduardo "Cachi" Romando, secretario privado de Boudou.
Ya desde el año pasado, cuando su nombre empezó a circular en los medios, la presidencia del empresario en el banco provincial empezó a pender de un hilo. Y se trenzó en una feroz disputa con Claudio Belocopitt, que todavía retiene el 8 por ciento de las acciones de la entidad. Belocopitt mantiene una dura enemistad con Boudou y su socio, Núñez Carmona, heredada por la pelea con su amigo Guillermo Reinwick, yerno de Nicolás Ciccone.
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