Se nota que el diputado José Luis Martiarena, del Frente de Todos, es un legislador atraído por las polémicas. Antes de presentar un proyecto para nacionalizar los depósitos bancarios, una medida que generó una veloz repercusión y un rápido despegue del kirchnerismo, había sido autor de otra iniciativa muy extraña.

Hace un par de semanas este diputado de Jujuy propuso que se instale en la Casa Rosada un busto de Isabel Perón, una figura extremadamente polémica, incluso dentro del propio peronismo. “Fue una mártir de la dictadura militar del 76 y aunque quienes todavía pretenden negarla y denostarla chocan contra el peso real de la historia que siempre se encarga de revalorizar los grandes hechos y las destacadas personalidades como es el caso de Isabel Perón. Los procesos promovidos por la dictadura militar contra la entonces presidenta de la República buscaron justificar el golpe de estado perpetrado el 24 de marzo de 1976″ , escribió.

Martiarena es considerado un “líbero” dentro del bloque oficialista. De hecho, el año pasado se animó a alzar su voz para cuestionar el modo en que Máximo Kirchner, jefe de la bancada, conduce a los legisladores.

“En el bloque de diputados hay un creciente malestar en legisladores y legisladoras que reclaman legítimamente falta de participación, comunicación y discusión política –señaló el diputado jujeño aquella vez, en diálogo con LA NACION–. El Frente de Todos es un espacio diverso en el que convergen distintas corrientes, un espacio político diverso donde no debe haber internismo ni sectarismo. Por eso comparto la preocupación del presidente Alberto Fernández: es prioritario fortalecer la unidad frente al desafío de seguir atendiendo la grave emergencia sanitaria e iniciar la reconstrucción de la Nación”.

Hombre del peronismo jujeño, Martiarena, de 61 años, llegó a la Cámara baja en 2017 -a fin de año finaliza su mandato- de la mano del exsenador y diputado nacional Guillermo Jenefes, hoy un próspero empresario en Jujuy. Integró el interbloque Argentina Federal que presidía el salteño Pablo Kosiner durante el gobierno de Mauricio Macri. Cuando Fernández ganó la presidencia, decidió migrar, junto a otros compañeros del peronismo, al flamante bloque del Frente de Todos, presidido por el hijo de la vicepresidenta.

En la Cámara de Diputados tuvo poca visibilidad y no se recuerdan grandes intervenciones suyas. De profesión arquitecto, ejerce como vicepresidente segundo en la comisión de Obras Públicas de la Cámara baja.

Entre sus últimos proyectos de ley se destacan uno para eliminar el IVA a productos de la canasta básica para jubilados y pensionados y otro que propone regular las comisiones que cobran los bancos para los servicios de cajero automático. Ninguna prosperó en la Cámara de Diputados.

Hace unos meses se afilió a Proyecto Sur, el partido fundado por el fallecido Fernando “Pino” Solanas. Circula por las redes una foto suya junto con el presidente Alberto Fernández.

En el bloque oficialista no cayó nada bien que este “líbero jujeño” haya sorprendido con la presentación de un proyecto para nacionalizar los depósitos. “En medio de la ebullición que se vive por la tensión del tipo de cambio, estos proyectos no ayudan. Fue una estupidez que lo haya presentado. Nos pone a todos en la misma bolsa”, se lamentaba un legislador de la bancada que lo conoce bien.