Quién es el empresario que saldrá beneficiado con la privatización de AySA que prevé Milei

Quién es el empresario que saldrá beneficiado con la privatización de AySA que prevé Milei

Aunque se trata de la cuarta compañía estatal con mayor déficit, gane quien gane, la firma de Mauricio Filiberti continuará siendo proveedora.

Por Antonio D'Eramo.

Mauricio Filiberti, conocido como el "señor del cloro" y socio en partes iguales de Edenor con José Luis Manzano y Daniel Vila, es el titular del grupo Transclor, petroquímica que abastece de productos como el policloruro de aluminio para la purificación del agua. Su principal planta se encuentra en Pilar y está abocada a la producción de Cloro-Soda.

Desde su empresa, que cuenta con cerca de 200 operarios y técnicos y factura apróximadamente 12 mil millones de pesos, logró tejer vínculos con el secretario General del Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias (SGBATOS) José Luis Lingeri, que como representante gremial posee una silla en el directorio de AySA al contar con el 10% de las acciones de la empresa, y con referentes del peronismo y del PRO.

Privatización de AySA: "El señor del cloro", beneficiado por Javier Milei

 

Poco se sabe acerca de su relación con dirigentes importantes de La Libertad Avanza, pero Filiberti se hará fuerte, durante el proceso privatizador, en el servicio que presta su compañía que en la práctica es muy difícil de reemplazar por el volumen del negocio.

Repasemos los números de AySA. Según el último dato disponible, la empresa tiene 7.488 empleados y un déficit de $117 mil millones, lo que la ubica en el cuarto lugar entre las compañías públicas con mayor déficit. De acuerdo con el ente regulador, su tarifa cubre el 61% de sus costos. La administración de Javier Milei continuó con el aumento de tarifas que habían diseñado desde la gestión de Sergio Massa y Malena Galmarini. El aumento de Milei fue superior al esbozado en la gestión anterior y, en la actualidad, las boletas a los usuarios con el monto a pagar cubren la totalidad de los gastos operativos.

AySA se encarga de la distribución de agua potable y cloacas de la Ciudad de Buenos Aires y de 26 partidos de la provincia de Buenos Aires. Su cobertura de agua potable llega al 85% y en cloacas, al 72%. En el Ministerio de Economía, señalaron a iProfesional que "el 90% del capital de la sociedad pertenece al Estado nacional, mientras que el 10% restante corresponde al personal a través de un Programa de Participación Accionaria".

La "motosierra" de Milei pasó con poca fuerza por AySA. En marzo de 2024, la empresa estatal tenía 7.488 empleados. Casi la totalidad son trabajadores en relación de dependencia y menos del 0,3% son personal fuera de convenio o con otro tipo de contrataciones o son monotributistas. Malena Galmarini había dejado la compañía con un total de 7.799 empleados. Por lo que la dotación se redujo en 311 trabajadores entre diciembre y abril.

No es la primera vez que se piensa en privatizar el servicio de agua potable del AMBA. Este proceso ya se realizó durante el gobierno de Carlos Menem y fue concesionado a la empresa Aguas Argentinas SA, operada por el grupo francés Suez, pero en 2006 el gobierno de Néstor Kirchner rescindió ese contrato y creó la empresa AySA, bajo control estatal.

Una vuelta de tuerca más 

 

Precisamente, en el Palacio de Hacienda se está analizando el modelo privatizador de la década del '90 y también la experiencia brasileña con la compañía Sabesp. Pero hay diferencias entre los dos casos.

Mientras que Sabesp abrió su capital a la entrada de empresas privadas en dos etapas en las que el Estado redujo su participación desde el 50.3% hasta el 18,3%, en el caso de la privatización menemista fue una concesión total del servicio. Aún se discute el modelo pero no la dead line, la fecha límite. Se espera que en marzo de 2025, el presidente Milei anuncie los pliegos y otorgue la concesión en la previa de las elecciones de medio termino.

Durante todo ese proceso que se avecina y más allá también, el "rey del cloro", Mauricio Filiberti, se hace fuerte en sus fundamentos y sabe que aunque el PRO no gobierne, continúa siendo un proveedor necesario por la escasa oferta existente en el rubro en el que se especializó.

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