El diputado bonaerense Adrián Grana pegó el portazo en Nuevo Encuentro, con duras críticas a su líder Martín Sabbatella.
En una “Carta a lxs compañerxs” denunció un “golpe institucional” contra la mesa de conducción bonaerense de Nuevo Encuentro. En el texto, que tiene siete páginas y circuló en un grupo estrecho de militantes, acusa al ex intendente de Morón de actitudes poco democráticas que llegan a su clímax con la acusación de actuar “como patrón”.
Grana denunció un “bochornoso e inesperado acto fraudulento el que utilizaron para descabezar la conducción provincial” en el marco de una movida “ilegítima e ilegal” que comparó con “la intervención de Servini de Cubría y Barrionuevo al PJ presidido por el compañero Gioja”. A Sabbatella, como a su compañera, Mónica Macha, les atribuye la decisión de ser “un partido chico pero propio”.
El legislador bonaerense rápidamente formó la Corriente Militante Lealtad, que se presentó el Día de la Lealtad Peronista, y sumó a un buen número de referentes en los distintos distritos de la Provincia. Por caso los concejales Natalia Loza (General Madariaga), Julio Ceresa (Vicente López) y Adrián Eslaiman (Hurlingham), entre muchos otros.
Además no dejó dudas de su cercanía al líder de La Cámpora Máximo Kirchner, actualizando su foto de perfil con una junto al jefe de la bancada oficialista en la Camara Baja nacional.
Ante la consulta de este medio, voceros de Nuevo Encuentro dieron su versión. “Adrián (Grana) empezó con un planteo por abajo de ‘tenemos que ser una agrupación’ en lugar de un partido, algo que no le cerraba a nadie. Su idea era tener como referencia a Máximo (Kirchner), que lo tenemos, pero ser una agrupación como La Cámpora solo que más chica en vez de un partido con personería. Tras esto, planteó también que no se sentía representado por Martín (Sabbatella) y tenía intenciones de conducir al partido. Ante eso se llamó a la mesa de conducción de la provincia, asistieron 19 o 20 miembros sobre 30, su gente decidió no ir. Ahí se eligió una nueva Mesa de Acción Política que es la nueva conducción del partido, con Mónica Macha y Diego Spina a la cabeza. Ahí es cuando decidió irse”.
En resumidas cuentas desde el sabbatellismo enfatizaron que Grana quiso “quedarse el partido a nivel nacional, pero terminó perdiendo hasta la provincia y yéndose. En esto tiene que ver también las aspiraciones suyas y de algunos dirigentes que lo acompañaron de formar parte de las listas provinciales del Frente de Todos el año que viene”. En ese sentido aclararon que “solo se llevó a los referentes de Hurlingham, San Miguel y una parte de Vicente López, San Martín y Tres de Febrero”.
Desde el nuevo espacio, Julio Ceresa replicó que “sumamos unos 32 distritos dentro de la provincia de Buenos Aires, entre ellos Vicente López, San Martín, Tres de Febrero, San Fernando, Tigre y San Miguel. Es una cantidad de compañeros más que interesante”.
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