Así lo indicó el diputado justicialista al referirse al presupuesto 2015 que se trataría la próxima semana.
"En los últimos 7 años, el actual gobierno provincial nunca ejecutó el nivel de inversión y obras prometido a pesar de la excelente recaudación -siempre por encima de lo previsto- y finalizando cada año con déficit en lugar de superávit".
En este sentido Lacava explicó que un gobierno dice invertir cierta cantidad y repetidamente no ejecuta ni el 60% de eso, pierde credibilidad año tras año. "No sólo eso -aseguró el legislador- sino que además de nunca cumplir con lo escrito en el presupuesto, no se restituyó el Fondo Anticíclico. se siguió aumentando el costo de la masa salarial por encima de las políticas salariales y de la propia inflación y se continuó incrementando el ingreso de personal al Estado. Y además, en cada presupuesto se ejecutó el gasto de funcionamiento por encima del presupuesto y siempre siguió aumentando la deuda flotante del tesoro provincial".
El Presidente de la Comisión de Obras y Servicios Públicos de la Cámara de Diputados, Mario Lacava indicó que "lo hecho hasta ahora demuestra que la administración del Ministerio de Economía ha sido poco responsable y es hora que la propia ley de presupuesto contenga mecanismos técnico-presupuestarios que le impida caer en la tentación de gastar como quiera y siempre aplicando recortes a obras y servicios públicos, que en la provincia están cada vez más lentificada".
Los números del socialismo
El análisis de la ejecución de los principales rubros presupuestarios en la gestión socialista, echan por tierra la esperanza de que los anuncios realizados en estos días puedan hacerse realidad. Los recursos se ejecutaron en promedio durante el periodo 2008 - 2013 en un 109% respecto del cálculo inicial, el gasto destinado a la masa salarial un 119% respecto de los créditos iniciales, no por aumento legítimo y justo de los sueldos, sino por el incremento exponencial de la planta de personal.
Asimismo, los gastos de funcionamiento alcanzaron un 115% y en conjunto los gastos corrientes un 120%. Por el contrario, los créditos destinados a la inversión se ejecutaron en promedio en un 63 % en todo el periodo señalado, mientras que los créditos específicamente destinados a atender la obra pública apenas alcanzaron una ejecución del 44%.
En este sentido, es simple observar por lo señalado que a pesar de haberse obtenido una mayor recaudación sobre los cálculos iniciales contenidos en los respectivos presupuestos aprobados, los gastos corrientes -especialmente los derivados por el incesante aumento de personal y del descontrolado funcionamiento burocrático y político del estado provincial- se ejecutaron porcentualmente muy por encima de la mayor recaudación obtenida en cada periodo, quedando la inversión pública y particularmente la obra pública, como la variable de ajuste del desequilibrio señalado. No hay entonces ninguna señal ni en el presupuesto ni en las declaraciones de los funcionarios, que permita pensar que esta situación no se va a volver a repetir el año que viene
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