El referente de la lista que ganó con holgura las elecciones del domingo realizó un balance de los resultados y analizó el escenario que se viene en el Concejo Deliberante. "Una cosa que me parece muy positiva de este proceso electoral es que Prince esté visible, que no esté ya en la sombra como un titiritero", dijo sobre su rival en las generales.Autor: Nicolás Grande
Luego de las elecciones del domingo, el actual concejal Fernando Casset habló con EL CIVISMO sobre la holgada victoria que consiguió la lista que encabezó. También analizó el próximo escenario del Concejo Deliberante, donde Cambiemos tendrá la posibilidad de aprobar proyectos con votos propios sin necesidad de lograr el acompañamiento de la oposición. Se refirió, además, al rol opositor, cuyo liderazgo ubicó en la figura de Miguel Prince.
- Con los resultados del domingo en la mano, ¿cree que los benefició el desenlace que tuvo la interna de Unidad Ciudadana en agosto?
- En términos personales, a mí me gustaba la idea de confrontar con Prince. Me parece que en un proceso electoral que se discute para atrás y para adelante, nosotros podíamos representar el adelante y Prince bien representa el atrás, el modelo de municipio con el cual nosotros confrontamos o las responsabilidades del pasado con las cuales nosotros queremos confrontar para ir hacia adelante. En términos personales a mí me gustaba y me sentí cómodo confrontando con Miguel Prince. No sé cómo hubiese sido el otro escenario. Es más, nunca lo imaginé mucho porque veía que el proyecto de Boto, tan artificial y tan poco genuino, se había agotado y me parecía que terminaba en las Primarias.
-Durante los festejos, usted se manifestó en tono conciliador. Sin embargo, el intendente tuvo un discurso más agresivo, al menos en algunos tramos donde apuntó contra “los que nunca hicieron nada por Luján”. ¿A qué atribuye esa postura del intendente? ¿La comparte?
- Oscar (Luciani) sufrió particularmente lo que fue la estrategia de los sectores de la oposición en el Concejo, durante el último año y medio. Nosotros estamos absolutamente convencidos de que Prince tuvo mucho que ver con dictar, desde afuera, algunas conductas que tuvieron algunos concejales.
- ¿Concretamente a qué concejales se refiere?
- No puedo hacer nombre para no molestar a nadie, pero había algunos concejales justicialistas con los cuales conversábamos algunas cosas y nos decían que lo tenían que hablar. Hay que recordar que buena parte de la campaña de Prince estuvo hecha en decir que los concejales de la oposición no eran lo suficientemente opositores, que nos habían facilitado demasiadas herramientas y que buena parte de las responsabilidades eran compartidas por oficialismo y por oposición. Esto descolocó a muchos concejales de la oposición que en algunas cosas nos hubiesen acompañado o que no hubiesen tenido un tono tan agresivo en muchas críticas, pero que se sentían condicionados por esta candidatura. Incluso en buena parte Prince justifica su vuelta a la actividad en la necesidad de fortalecer el rol opositor del justicialismo en el Concejo. Esto condicionó a algunos concejales en cuanto al modo de actuar. Por eso cuando Oscar dice lo que dice lo hace como víctima directa de este proceso. No me olvido de que nosotros podríamos estar en este momento discutiendo si lo destituíamos o no al intendente porque hubo un sector de la oposición que promovió el proceso que la Ley Orgánica de las Municipalidades prevé para la destitución del intendente. No lo consiguieron porque no tuvieron los votos para hacerlo, pero tuvieron la intención. Cuando Oscar habló me parece que lo hizo desde el desahogo de haber sufrido esa situación. Mi personalidad es más conciliadora, también la edad. También creo que la campaña tuvo ese tono. Creo que tenemos el deber de demostrar que no estamos procurando un proyecto hegemónico ni nada por el estilo.
- ¿Cree que esas expresiones del intendente, luego de una victoria tan contundente, pueden interpretarse en sentido contrario a lo último que expresa usted?
- Creo que a los políticos se nos puede creer más por lo que hacemos que por lo que decimos, porque decimos muchas cosas que a veces no se concretan. Esto que digo lo vamos a ver con el funcionamiento del Concejo, van a ver nuestra vocación por dialogar y buscar acuerdos, y no por hacer imposición. Me parece que nuestro electorado no permitiría una actitud contraria. Nuestro electorado cuestionó los procesos hegemónicos de otros partidos y me parece que no nos permitiría a nosotros encarar una mayoría automática, como la denominan algunos, que impusiera agenda y el modo de resolver las cosas.
- Ya que saca el tema del electorado. ¿Percibe ciertos aires de revanchismo entre votantes de Cambiemos con respecto al kirchnerismo?
- Sí. Además estas han sido dos semanas muy intensas. Por ejemplo pensando el caso Maldonado, la interpretación que algunos sectores están haciendo de que no hay una responsabilidad directa de las fuerzas de seguridad y mucho menos del gobierno en la muerte de Santiago Maldonado, en vez de generarles a algunos un genuino alivio, le genera un ánimo de revancha. Hay un desenfado en las redes sociales, donde se escribe cualquier cosa. No puedo entender que se digan esas cosas en uno u otro sentido, y menos que se escriban con nombre y apellido. Me parece que hay una cosa de revancha que no comparto.
CONVIVENCIA
- Durante la primera parte de la gestión el radicalismo planteó muchas críticas a la conducción de Luciani y la Unión Vecinal. Recuerdo declaraciones de Carlos Pedro Pérez al respecto. ¿Esa situación se modificó o sigue igual pero tapada por la bonanza electoral y de obras?
- El frente se constituyó en 2011 en función de un reconocimiento de igualdad entre los dos partidos. Por debajo del cargo de intendente repartíamos todo en igualdad. Nosotros tuvimos tres secretarios y la Unión Vecinal tuvo tres secretarios. Lo mismo en el bloque de concejales. Nos pasó que en ese reparto de funciones nos tocaron las tres secretarías más complicadas en cuanto a vinculación directa con el vecino: Salud, Obras Públicas y Producción. Son las secretarías que gastan y no generan recursos. La Unión Vecinal tuvo la Secretaría Legal y Técnica, la de Economía y la de Gobierno. En la primera parte nos pasaba que nosotros recibíamos el reclamo de nuestros funcionarios por la falta de presupuesto, algo que generó tensiones entre las estructuras de los partidos. Hubo momentos complicados. En 2015, después de un debate partidario, le planteamos al intendente la libertad para elegir su gabinete, sin pensar en el origen partidario de los funcionarios. Eso liberó tensiones y ayudó a que la relación entre los partidos fuera más fluida.
- ¿Estos resultados predisponen o condicionan de alguna manera el armado de cara a 2019?
- Lo que estamos tratando de acordar es que de las candidaturas de 2019 se hable en 2019. Podemos correr el riesgo de interpretar que el 2017 fija una situación para 2019. Eso es un error grave, como partido y como frente. Me parece que hay un año por delante donde debemos demostrar que lo que pasó hasta ahora no fue excepcional. Nos distraería mucho esfuerzo empezar a pensar en candidaturas y relación de fuerza.
- ¿La definición de quién será el candidato a intendente dependerá de la decisión que tome Luciani en cuanto a renovar o no su cargo?
- Por supuesto. Vamos a estar viendo en 2019 qué es lo mejor que podemos ofrecer y ahí veremos las personas. Nosotros podemos correr el riesgo de convertir al frente Cambiemos en un ámbito de disputas, algo que nos implicaría desviar mucho esfuerzo. Lo que va a fortalecer al candidato que resulte para 2019 es la posibilidad de hacer un muy buen 2018 entre todos en términos de gestión.
LA MAYORÍA
- ¿Por qué incomoda tanto entre algunos referentes locales que integran Cambiemos que desde el periodismo se hable de una mayoría en el Concejo Deliberante?
- Me pasaron dos cosas distintas. En una reunión que tuvimos con vecinos durante la campaña, yo planteaba esta idea de que no queríamos buscar la mayoría para imponer temas. Un vecino nos dijo que si lográbamos la mayoría en el Concejo iba a ser porque nos votaron para tener esa representación y ejercerla. Ayer me pasó que cuando estaba por bajar de un colectivo en Capital Federal, se me acercó un muchacho y me dijo que ‘nos iban a chicanear mucho con el tema de la mayoría automática y que nosotros debemos responder que estamos en esa situación porque una mayoría nos votó reflexivamente para que estemos ahí’.
Los ejemplos recientes que nosotros tenemos de mayorías en el Concejo no fueron buenos. En el último período de Miguel Prince el Concejo le aprobó, irreflexivamente, muchas cosas que el Ejecutivo planteaba. Y la mayoría anterior que había tenido, en el 89-90, se partió y el propio oficialismo terminó removiendo al intendente. Nosotros queríamos tener el mayor número de concejales, pero queremos aclarar que no queremos cerrar el debate y obturar la discusión levantando las manos automáticamente. La aclaración viene en esos términos.
- De todas formas la oposición puede pronosticar lo contrario y será el tiempo el que defina cuál de las dos partes tuvo razón.
- Esto se ve sobre la marcha y sobre los hechos. Nosotros decimos lo que queremos hacer y lo vamos a demostrar en los hechos.
- Durante esta entrevista usted marcó que Prince tuvo incidencia en concejales de la oposición a la hora de tomar posturas. ¿Cómo imagina la convivencia en el Concejo?
- Creo que ejercía sobre algunos concejales una influencia de cómo debían comportarse en el Concejo, a veces hablándolo directamente y otras a través de estos comunicados que sacaban cuestionando a los concejales opositores que podían acompañarnos en algunas iniciativas.
Una cosa que me parece muy positiva de este proceso electoral es que Prince esté visible, que no esté ya en la sombra como un titiritero marcando las acciones de otros personajes, sino que esté expuesto y que cumpla su mandato. Me interesa que Prince pueda recuperar su rol de conductor dentro de un sector importante del Justicialismo, de modo que se convierta en un interlocutor válido con quien discutir, con quien ponernos de acuerdo si es posible y que esos acuerdos sean respetados. Por fin podemos tener una oposición unida detrás de un liderazgo más o menos claro.
- ¿Cree que es Prince esa figura?
- Sí. Me parece que otro escenario no lo hubiese consolidado de esa manera. Por eso celebro que haya ganado las Primarias y que pudo acceder al Concejo. Este tiempo de doce concejales opositores divididos en nueve bloques, en muchos de los cuales Prince tenía influencia, a nosotros nos costó mucho. No era solamente hablar con un concejal de un bloque unipersonal para llegar a un acuerdo, sino que ese concejal nos pedía tiempo para consultar. Era muy difícil, de hecho no hemos podido acordar mucho.
- A usted se lo puede identificar con el progresismo dentro del radicalismo. ¿Se imaginó alguna vez encabezar una lista integrada también por la Unión Vecinal y referenciada a nivel nacional en Macri?
- No. Me parece que es un proceso muy raro que todos pueden juzgar y calificar como entiendan. Siempre espero que las calificaciones sean desde la buena fe. Tenía el cargo de Acción Política en el radicalismo cuando se discutió el acuerdo con la Unión Vecinal en 2011. Algunos amigos pretendían que fuera candidato a concejal en esa oportunidad. No quise pero defendí la construcción del frente porque en ese momento me pareció que Luján había alcanzado una situación crítica como municipio. Así como era excepcionalmente crítica la situación, necesitábamos un remedio excepcional.
Por otro lado, sabés que escribí en contra de que el radicalismo formara una alianza con el PRO a nivel nacional, no me parecía que era el camino que debía seguir el partido. Pero una vez que se decidió por ese camino, me mantuve orgánico. Lo que nunca imaginé es que en este proceso tan particular se me iba a pedir encabezar una lista. Lo hice entendiendo que puedo ser útil. No renuncio a mis convicciones y sigo diciendo lo que pienso y haciendo lo que digo. Y algunas cosas que hizo mal el gobierno nacional las dije y las voy a seguir diciendo.
Me parece que esta fue una coalición electoral nacional que hoy está expresada en términos parlamentario y no tiene esa misma impronta en términos de gestión de gobierno. Por eso hay cosas, muchas, que tienen un sello del PRO. Me identifico mucho con los resultados de lo que está haciendo el gobierno, pero no con algunas cosas que hizo para llegar a esos resultados. Y en cuanto a la estética, tiene un maquillaje que no comparto. Pero bueno, son estilos. Con esto no quiero decir que critico pero me beneficio igual con aquello que critico. Tengo la suerte de poder decir lo que quiero, no impunemente, pero sí sin la restricción por un beneficio personal.
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