Una delegación del Centro Municipal de Salud participó de un encuentro con concejales, en el marco de una disputa por la atención ambulatoria de pacientes de PAMI y una deuda por traslados de larga distancia que supera $1 millón.
De la reunión iba a ser parte el titular local del organismo, Carlos Rodera, quien sorpresivamente envió una nota en la que se excuso de participar debido a que se lo impidieron las autoridades de la obra social y generó malestar entre los presentes.
Además se evaluaron datos sobre el nuevo sistema de prestaciones empleado, que pasó de la cápita tradicional que incluía una serie de prestaciones a otra que computa una suma fija por cada paciente atendido: éste sistema, indicaron, incrementa cinco veces el valor total.
"Tenemos que darles respuesta a los pacientes: sabemos que el paciente de PAMI tiene una patología y necesita su internación, con los gastos mayores que genera", expresó el director Gabriel Guerra, quien a su vez no ocultó el deseo de que se recategorice el nosocomio para incrementar los fondos recibidos.
Luego de expresar que el 43% de los internados pertenecen a la obra social, el profesional expresó su malestar al focalizar que "con este tipo de ocupación, no podemos dar la internación ideal: el sistema no es sustentable en el tiempo y es perjudicial".
"Un atropello institucional", consideraron
La kirchnerista Mercedes Moreno reclamó airadamente por las nuevas prerrogativas de la obra social.
"Nos parece un atropello institucional: estamos hablando de una reunión en la que buscamos respuestas a lo que pasa a la gente que no tiene respuesta en el PAMI. Hablamos de un nuevo convenio que es muy perjudicial al Hospital", verificó.
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