A finales del 2010 se planteó la posibilidad, luego de reiteradas reuniones con autoridades de la empresa israelí Mekorot. El recurso sería utilizado por las empresas del Polo y, además, se reduciría la contaminación de la ría. No obstante, nunca se avanzó.
A finales del año 2010 comenzó a barajarse la posibilidad de instalar una planta de reciclado de líquidos cloacales en nuestra ciudad, luego de reiteradas reuniones con representantes de la empresa israelí Mekorot. No obstante, ese proyecto nunca se concretó.
En aquella ocasión, se había mencionado que la obra podría oscilar entre los 100 y los 800 millones de pesos, según la calidad del agua que requirieran las industrias.
Vale recordar que la idea era que el líquido reciclado fuera destinado a las empresas del Polo. Así se lograría un doble objetivo: se reduciría la contaminación de la ría y, al mismo tiempo, se utilizaría menos agua del dique en las industrias.
De todas maneras, el proyecto se fue postergando y nunca se llevó a cabo. “La última novedad que tuvimos al respecto fue el año pasado, cuando nos reunimos con el director de Servicios Públicos de la Provincia, Franco Laporta, quien nos comentó que estaban analizando la posibilidad de la inversión con empresarios chinos”, sostuvo la concejala radical Aloma Sartor, en diálogo con Radio Altos.
Agregó que la principal traba fue quién se iba a encargar de llevar a cabo la obra y quién iba a gestionar la planta.
Por su parte, la edil Gisela Ghigliani destacó que el proyecto sería viable desde lo técnico y desde la parte logística, aunque su valor de ejecución es muy importante. “No sabemos si la Municipalidad ha liderado algún tipo de reunión más”, sentenció.
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