En cada elección se ponen en juego propuestas, ideas, proyectos, modelos. Dentro de una semana los santafesinos vuelven a enfrentar las urnas para decidir el futuro de la ciudad. Además de las categorías provinciales y departamentales, se elige el cargo a intendente y nueve bancas en el Concejo Municipal, de las cuales seis se renuevan y tres se agregan a las 14 existentes.

Para la intendencia hay cinco candidatos, entre los que está el actual mandatario local, José Corral. Si el radical se impone será la primera vez que un intendente de Santa Fe sea reelecto. Enfrente estará la candidata del Frente Justicialista Para la Victoria (FJV), Silvina Frana; el ex-PJ y actual PRO, Sebastián Pignata; el candidato del Frente Renovador, Diego Degano; y el del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), Germán Lavini.

En esta categoría las opciones están muy claras: el oficialismo buscará consolidar un modelo de ciudad que comenzó hace poco más de siete años, cuando Mario Barletta ganó las elecciones e interrumpió 24 años de gobiernos justicialistas. Del otro lado, hay tres candidatos que vienen del PJ, pero que juegan separados: Silvina Frana es la única que mantuvo los pies en el plato y representa al Frente Justicialista Para la Victoria. Mientras que Sebastián Pignata decidió hace apenas unos meses dejar el peronismo y jugar con el PRO de Mauricio Macri. El otro candidato es Diego Degano, que en 2011 compitió dentro del Frente Santa Fe para Todos, que englobaba la oferta justicialista, y ahora va con el partido de Sergio Massa.

La otra opción de la oposición es la de Germán Lavini, un joven que representará a la izquierda y que asegura que es la única fuerza que tiene una agenda de temas diferentes.

El nuevo Concejo

La otra gran batalla se dará para ingresar al Concejo Municipal. Y esta vez será una elección particular porque el cuerpo deliberante sumará tres bancas para llegar a un total de 17. Eso hace que, sumadas a las seis que se renuevan, haya nueve lugares en disputa y más chances para las fuerzas políticas más pequeñas de tener una representación.

Para dar un ejemplo se pueden tomar los resultados de las Paso y en base a esos números hacer el reparto de las nueve bancas. En ese caso la distribución quedaría de la siguiente forma: FJV, con 56.059 votos, tres bancas (la primera, la tercera y la séptima); FPCyS, con 48.752 sufragios, tres bancas (la segunda, la quinta y la octava); el PRO, con 30.806 votos, dos bancas (la tercera y la novena); mientras que la restante (la sexta) quedaría en manos del Frente Renovador de la Esperanza, que en la primaria obtuvo 18.964 votos.

El dato que alienta a los referentes del FIT es que la novena banca –en este caso sería la segunda del PRO– se conseguiría con 15.403 votos. Si bien la lista del FIT, que en las Paso obtuvo 6.887 sufragios, aún está muy lejos de esa cifra, también aseguran que el resto de las fuerzas de la izquierda no siguen en carrera y que eso les aportaría un mayor caudal de votos.

Más allá del juego de números, las experiencias de elecciones anteriores indican que siempre hay diferencias entre las primarias y las generales. El ejemplo más cercano es el de 2011. Allí el Frente Progresista fue la primera fuerza en las Paso con 72.028 sufragios, aunque en aquella ocasión fue con cinco listas. Y para las generales mejoró esa performance con 10.000 votos más. En las primarias fue seguido de cerca por un PJ muy fragmentado que consiguió 70.718 votos en las Paso (con 10 listas), pero que en las generales solo cosechó 41.435 voluntades, solo el 57% de lo obtenido en las Paso.

La mayoría, en discusión

De los seis ediles que dejan sus bancas, tres son del oficialismo (Leonardo Simoniello, Cristina Quinteros y Ariel Rodríguez) y tres de la oposición (Cristian Huser, de 100% Santafesino; Ignacio Martínez Kerz y Tomás Norman, del PRO). Con el actual esquema, con siete ediles del Frente Progresista contra siete opositores, el oficialismo tiene mayoría porque la presidencia está en sus manos, en el ejercicio de Leonardo Simoniello.

Sin embargo, no será fácil que pueda mantener esa supremacía, aunque haga una gran elección. A partir de la renovación que tendrá el cuerpo al FPCyS solo le quedarán cuatro concejales. El 14 de junio debería conseguir cinco bancas más, para llegar a 9 de 17. Si eso no sucede necesitará una gran muñeca política para buscar consensos.

El juego está abierto y ahora son los ciudadanos los que tienen la decisión en sus manos. La democracia vuelve a otorgar la posibilidad de expresarse con libertad y optar por el candidato que cada santafesino quiera. La mayoría decidirá, en definitiva, cuál es el proyecto colectivo para la ciudad.