Por Eugenia Muzio

"Llegaron galpones enteros desde China", ilustró un industrial rosarino sobre el escenario negro que ven las pymes para 2025. El mal timing entre la baja de aranceles y la carga impositiva invade de temor a las empresas chicas, que empiezan a preocuparse por el empleo, el costo salarial y dudan de las intenciones del Gobierno.

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Tal es la preocupación del sector que en la última reunión que la Unión Industrial Argentina (UIA) mantuvo con el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, una eventual ola de importaciones tensó el encuentro.

Los fabriles le hicieron un pedido concreto al funcionario de Javier Milei: un informe detallado y sobre todo actualizado en el tiempo de las empresas que hacen compras en el exterior. Quieren datos más certeros que los que proporciona el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) con el Intercambio Comercial Argentino (ICA).

El funcionario se desentendió y esquivó la respuesta. Un tironeo más en la relación tensa de la administración libertaria con el sector industrial.

Balance metalúrgico 2024

Un empresario metalúrgico hizo un balance del año: el primer trimestre tuvo una caída del 70% en las ventas, con los costos licuados por la devaluación, pero con poca demanda. Entre abril y junio el negocio repuntó poco, aún con caídas del 50%. Pasada la primera mitad del año se recuperó un poco más al 20% negativo. Para los últimos tres meses del año se esperaba un rebote fuerte, pero solo hubo estancamiento, aún 20 puntos por debajo del 2023.

Al hachazo de la actividad del primer trimestre, ahora se suman firmas que reemplazan una parte o la totalidad de sus procesos en importación para mantenerse a flote.

"Mi producción se sostiene, porque viene con trabajo atrasado y Vaca Muerta demanda; pero la materia prima, la fundición, se funde. Se pierden puestos de trabajo y es una mano de obra difícil de reemplazar", ejemplificó una fuente del sector de las válvulas petroleras.

Crisis de empleo en las pymes

La crisis de empleo que se viene es una problemática que las pymes comienzan a evaluar. En la última encuesta de la UIA, el costo salarial apareció como la preocupación principal de las empresas relevadas.

La inflación en dólares que proporcionó el atraso cambiario desde principio de año encareció los sueldos y en las pymes ya buscan otros parámetros distintos a la inflación para atar las paritarias.

"Es una guerra de pobres contra pobres", sintetizó un motopartista y fabricante de maquinaria agrícola al reconocer que un salario metalúrgico mínimo de $650.000 es de bajo poder adquisitivo.

Mientras la buena cosecha de 2024 promovió el negocio del agro y sus productos, el industrial presagio un futuro incierto en el rubro de las motos a raíz del cambio de reglas arancelarias que modificó hace unas semanas la Secretaria de Comercio.

El sector prevé que la posibilidad de comprar una moto para ensamblar por completo y la reducción de la integración al 5% tendrá un impacto negativo.

Inoperancia vs. vacío productivo

"Se meten con reglamentos técnicos que no tienen sentido y desarticulan la cadena productiva", se quejó la fuente. En el nicho pymes hay un debate: ¿es el desconocimiento de Milei, Toto Caputo y sus funcionarios lo que hace tomar medidas que destruyen a la industria o es un programa económico desinteresado del desarrollo productivo?

"Para mi es inoperancia", resumió una de las fuentes. Otras voces apuntan a que hay un vaciamiento de la política industrial bajo la premisa de que la microeconomía "se acomoda sola".

El próximo 22 de diciembre se termina el impuesto PAIS y el costo de importar mejora automáticamente para quienes se dedican o se reconvirtieron. Para los insumos destinados a la fabricación de producto final, la reducción será más relativa. La competencia real comienza ese día.

En el marco del encuentro Propyme, el secretario coordinador de Producción, Pablo Lavigne, reconoció: "La economía cerrada termina perjudicando al consumidor. Vinimos a bajar el gasto y luego los impuestos. Hacerlo mal hace que todo empiece a crujir, pero el camino es claro".

Del otro lado, un industrial resumió: "2024 fue para sobrevivir y 2025 será de supervivencia".