El presidente Milei no logra frenar las pujas internas en el Ejecutivo. La canciller Mondino perdió poder. Pettovello sufrió amenazas y se quiere ir de la gestión. Negociaciones por la Ley Bases en el Senado.
Martín Dinatale
El gobierno de Javier Milei transita en estas horas en una doble sintonía: mientras que negocia cambios de último momento con la oposición en el proyecto de Ley Bases para aprobarlo esta semana en el Senado, el Presidente enfrenta una crisis ministerial interna donde ayer quedaron con más dudas la continuidad de la canciller Diana Mondino y de la ministra de Capital Humano, Sandra Petovello.
Un funcionario de alta jerarquía de la Casa Rosada resumió el clima que vive el gobierno puertas adentro: "estado de ebullición mileista". La síntesis expone a un Presidente que está desesperado por dar muestras de gobernabilidad con la eventual aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal. Pero por otra parte, el mismo Milei debe contener las pujas internas que se abrieron en el seno del su propio gabinete.
A todo este clima se le agregó anoche las amenazas que sufrió Pettovello y su equipo. A la casa de la ministra de Capital Humano quisieron entrar desconocidos y su brazo legal, Leila Gianni, denunció haber sido amenazada en medio de acusaciones cruzadas por contratos irregulares y el stockeo de alimentos por vencer.
Negociaciones por la Ley Bases
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, junto con la vicepresidenta Victoria Villarruel y el vicejefe de Gabinete, José Rolandi se ocuparon todo el día de ayer de cerrar acuerdos con los senadores dialoguistas para lograr los votos necesarios mañana en el recinto del Senado para la Ley Bases.
"Estamos con los números ajustados pero hay optimismo", dijeron a coro en la Casa Rosada al transmitir el estado de las negociaciones del oficialismo con la oposición en el Senado. A la vez, justificaban esta sensación con una pregunta: "¿Quién puede creer que la oposición logre reunir 37 votos en contra?", dijo a El Cronista un allegado a Francos.
En el medio de todo este mar de especulaciones el Gobierno negociaba cambios en los cuatro principales ejes de debate de la Ley Bases y el paquete fiscal: el sistema RIGI de promoción de inversiones, la restitución de Ganancias con otro piso del que fue aprobado en Diputados, el blanqueo de capitales y el listado de empresas por privatizar donde podrían bajar a Aerolíneas Argentinas u otra más.
Además, el jefe de Gabinete avanzó con las charlas con gobernadores para acordar la restitución de la obra pública y el traspaso de obras nacionales a las provincias. Ayer Francos se reunió con el gobernador Raúl Jalil de Catamarca y hoy hará lo mismo con el salteño Gustavo Sáenz. Ya son nueve los gobernadores que recibió el jefe de ministros desde la semana pasada para reactivar la obra pública.
Las gestiones de Francos con las provincias rindieron fruto: un grupo de 10 gobernadores de Juntos pidieron aprobar cuanto antes la Ley Bases y el paquete fiscal. "No hay tiempo que perder", dijeron. Aunque luego un referente radical, Emiliano Yacobitti, salió a denunciar el comunicado en conjunto como "falso".
Ley Bases Detrás del comunicado de los gobernadores de Juntos: apoyo con límites y dudas con un mandatarioMariano Beldyk
Crisis de Mondino y Petovello
En paralelo a este clima de optimismo por adelantado que se vivía en la planta baja de la Casa Rosada, en otros sectores del gobierno la situación es diametralmente opuesta o al menos se percibe una sensación de descontrol interno del gabinete.
La ministra Pettovello, que está inmersa en una profunda crisis por las denuncias de contratos supuestamente irregulares y acusaciones cruzadas por el stockeo de alimentos con vencimiento, ayer volvió a evaluar su salida del Gobierno. Aseguran quienes la vieron en su despacho que la ministra de Capital Humano está convencida que hay sectores relacionados con Karina Milei y Santiago Caputo que la quieren afuera del Gobierno.
El Presidente sobreactuó en varias oportunidades un respaldo a Pettovello. Pero no hay caso: el clima de desconfianzas hacia la ministra de una parte del gobierno persiste. La ministra de Capital Humano no concurrirá hoy a exponer a la comisión de Acción Social de Diputados que requirió su presencia. No es una cita obligatoria pero en la Casa Rosada creen que podía ser un buen ámbito para descomprimir tensiones.
A la vez, la canciller Diana Mondino sufrió en las últimas horas un profundo desgaste de poder: mientras que Karina Milei le arrebató por decreto el manejo de la agencia de promoción de inversiones y exportaciones que manejaba la Cancillería, el presidente Milei optó por no llevarla a la cumbre de jefes del Estado del G7 que se desarrollará desde mañana en Italia.
La decisión del gobierno de acotar el poder de Mondino tiene que ver con cierto malestar acumulado de Milei y su hermana, la secretaria de la Presidencia, Karina Milei, con la canciller por la actuación y resultados "poco favorables" en su ministerio, según dijeron en la Casa Rosada.
En la Cancillería adujeron que la canciller no viajará con el presidente a la Cumbre del G7 en Italia por "problemas de cupo". Explicaron que sólo había lugar para dos o tres personas a lo sumo. Por esto supuestamente se optó que viaje el presidente junto a su hermana Karina y nadie más. Pero la lectura política no es la misma.
Sin embargo, Mondino no irá a Italia mientras que Karina Milei le recortó poderes. El nivel de desconfianza entre la canciller y la hermana del Presidente cada vez sería mayor.
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