Los Pumas jugaron mejor y merecieron ganar, pero Sudáfrica se quedó con el triunfo por 33 a 31 en el Martearena.
Lo mejor de Los Pumas se vio en los primeros 10 minutos del segundo tiempo. Siguió manejando el scrum y mejoró la obtención en el line; ya en cancha estaba Tomás Cubelli, que reemplazó en el PT a Landajo, y fue el medioscrum quien marcó el segundo try argentino, tras zafar de una marca y pelear mano a mano con un defensor sudafricano. El australiano Steve Walsh pidió asistencia del TMO y terminó convalidando la conquista.
Cinco minutos después llegó el try del juvenil Joaquín Tuculet, uno de los mejores jugadores que tuvo el partido. El fullback aguantó la marca de dos rivales y con lo justo llegó al try, el tercero del equipo dirigido por Daniel Hourcade en el encuentro internacional.
Pero con los Springboks hay que defender hasta el final; no bajan los brazos nunca y a veces no les es necesario jugar bien para ganar. La efectividad les alcanza. Tuvieron una chance de try después de las dos conquistas argentinas y consiguieron su objetivo. Cornall Hendricks achicó el marcador a los 18 min del complemento; casi 10 minutos después, el segunda línea Marcel Coetzee sumó otro try y Morne Steyn volvió a poner al frente a la visitante. Luego llegó un penal por bando para cerrar el partido 33 a 31.
Un párrafo aparte se merece el árbitro australiano Steve Walsh, quien tuvo algunos errores que condicionaron el juego. La gente reprobó su actuación con insultos cuando se retiraba de la cancha.
Los Pumas pudieron haber llegado a un triunfo histórico; pero claro está que la mística y la actitud volvieron a estar presentes y ahora a eso hay que sumarle buenos pasajes de juego.
Jugando como ayer, la victoria llegará pronto.
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