Sin el fantasma de Macri, aceleran su campaña y refuerzan armados en la provincia del 37% del padrón. Santilli vs. Ritondo y el asado de rosca en Saavedra.
Por Pablo Lapuente
Tras el cimbronazo que provocó el expresidente Mauricio Macri con su renunciamiento a competir en las elecciones de este año, en el PRO coinciden en que la mejor estrategia es ir con una lista de unidad en Buenos Aires para enfrentar a Axel Kicillof, al que reconocen como bien posicionado para retener la gobernación. Sin embargo, nadie quiere ceder en sus ambiciones en el inicio de la campaña, bajo el convencimiento de que las encuestas y el álbum de fotografías políticas que logren armar en la previa del cierre de listas serán determinantes para ordenar la interna. Por eso, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, al igual que sus principales aspirantes provinciales, no descuidan agendas de recorridas ni reuniones a puertas cerradas para fortalecer sus armados.
Al factor interno, que depende de charlas como la de Macri con Larreta el viernes, se suma el externo: el escenario preelectoral bonaerense podría cambiar si el gobernador cediera a las presiones de competir por la Casa Rosada en nombre del oficialismo, ante el estado crítico que marca el proyecto económico de Sergio Massa. La mera posibilidad es terreno de puras especulaciones para la oposición. Igual, en el PRO siguen observando al mandatario como el principal contrincante. Hay varias razones: para agitar la bandera de la unidad y el consenso para evitar ir divididos, bajo el temor de que logre imponerse en la interna de la alianza un candidato radical, y por el temor a dispersar el voto entre las primarias y las generales.
Un intendente relevante del larretismo, que tiene un anotado amarillo para competirle en sus pagos, ensayó esta elucubración en la reunión de la mesa provincial que tuvieron en el Howard Jonhson de La Plata. "Si le tengo que prender fuego los carteles para ganar, lo voy a hacer. Acá están en juego muchas cosas", advirtió, en referencia a que abriría una guerra contra su posible competidor del ala dura si no se bajaba. Buena parte de los 19 intendentes que lo escucharon coincidieron con la idea de blindar los distritos para evitar un desgaste creciente.
Algunas semanas después, en el Club Náutico de Vicente López, continuó el mismo debate. Cerca del mismo jefe comunal, Javier Iguacel intentó defender la idea de ir a internas en distritos propios, quizá en línea con lo que marca su jefa política, Patricia Bullrich desde hace semanas. Jorge Macri le respondió que si hacían eso corrían el riesgo de que el radicalismo saliera beneficiado de sus peleas.
Algunos de los que también escucharon el tono casi pedagógico del ministro porteño creen que el razonamiento del jefe comunal de Capitán Sarmiento quedó desacreditado. No sólo porque se arriesga a tener internas en su propio distrito, sino porque no hay muchas adhesiones a la propuesta de la "I". A diferencia de Larreta, la exministra de Seguridad carece de estructura en la provincia y apela buena parte de su campaña al volumen que le da su carisma político y su impronta sobre la agenda opositora, que se inclina cada vez más hacia la derecha en medios o redes sociales.
La interna
En el plano provincial las cosas no son menos complejas. Diego Santilli y Cristian Ritondo se encaminan a una interna que hoy parece inevitable, pese a que en la sede del gobierno porteño en Uspallata comenzaron con un operativo para intentar seducir al presidente del bloque PRO en la Cámara de Diputados. Es que en el entorno de Larreta están convencidos que pueden persuadirlo, algo que también creen intendentes consultados por este medio. No sólo lo envuelven en elogios al hablar de su lectura política de la provincia, sino también que aseguran que "es un amigo que va a entender cómo jugar". Eso sí, con algo más de disimulo, tampoco ahorran en chicanas: "No mide y las encuestas mandan".
Para intentar desentrañar lo que sucede en la cúpula y evitar la dispersión de la dirigencia que aún no sabe hacia qué lado jugar, el larretismo reactivó sus reuniones de rosca. Santilli retomó la centralidad de la mesa de los lunes en su oficina ubicada en Barrio Norte junto a quienes no gobiernan sus distritos. Allí opera de manera directa Agustín Forchieri. En paralelo, la casa de un funcionario capitalino en Saavedra se convirtió en una sede de encuentros porteños y federales. Asado y vino de por medio, en la última reunión estuvieron José Luis Acevedo, fundador del Instituto República, una suerte de versión amarilla del Instituto Patria; tres funcionarios de bancos públicos con saco de armadores amarillos como Bruno Screnci, Turco Elías y Santiago Nardelli; el legislador Mauricio Vivani, que responde al ministro Macri; y Gastón di Castelnuovo y Julián Amendolaggine, concejales de Ituzaingó y Berazategui que juegan fuerte para el Colorado.
Mientras Ritondo aún se mueva bajo la conducción de María Eugenia Vidal, el principal candidato de Bullrich en el distrito es Néstor Grindetti. Si bien la titular del PRO también promueve a Joaquín de la Torre y a Iguacel, el intendente de Lanús le aporta un sello ISO 9000 de macrismo explícito, con el que también gana cierto armado político en el conurbano, donde tiene su principal problema para fiscalizar y adentrarse con su discurso en los barrios populares. De hecho, la exministra y el lanusense estuvieron juntos este jueves en Florencio Varela y Berazategui, dos históricos distritos peronistas en los que buscan instalar como candidatos a Mario Canashiro y Dante Morini, respectivamente.
Bullrich continuará con su agenda de recorridas bonaerenses el jueves: estará en el encuentro de mujeres bullrichistas en el Club Sportivo Italiano, en La Matanza, que organizaron la senadora Lorena Petrovich y la diputada Florencia Retamoso. Mientras tanto, se especula con un próximo encuentro con Macri tras el renunciamiento del ingeniero. Eso sí, en la mesa chica de la jefa de los halcones le bajan las expectativas: "No hay nada definido, pero no necesitan una cumbre: hablan todos los días".
Por su parte, Larreta también irá al histórico bastión del peronismo, mientras amalgama gestión e instalación de su imagen en algunos puntos del país. Mientras los lunes y los miércoles los dedicará exclusivamente a su trabajo en Uspallata, el martes será el turno de La Matanza, el jueves viajará a Viedma y el viernes cerrará la semana en Trelew.
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