Gana terreno en su equipo la idea de anunciar su staff político, que está casi listo, sin grandes actos. Nuevos nombres confirmados.
Por Mariano D'Arrigo.
Decidido a no perder ni un día de gobierno, Maximiliano Pullaro tiene casi definido adelantar dos días la fecha habitual de asunción y tomar posesión del gobierno el sábado 9 de diciembre próximo. Por otro lado, el gabinete está casi listo y gana terreno la idea de presentarlo sin demasiada pompa.
En el entorno del gobernador electo aseguran que la decisión de acelerar el traspaso de mando está “90 por ciento definida”. “Permitiría que el mismo lunes nos pongamos a trabajar, no queremos perder ni un minuto”, dicen desde la mesa chica del pullarismo.
En 2019, Omar Perotti asumió el 11. Eso permitió que participara del acto el entonces flamante presidente Alberto Fernández, testigo privilegiado del discurso incendiario del rafaelino contra la oposición.
Perotti recibió los atributos de mando de Miguel Lifschitz, que cuatro años antes también había tomado posesión del cargo el 11 de diciembre.
Pullaro quiere aprovechar el gran capital político con que parte. Tanto en el plano personal —el primer gobernador en romper la barrera del millón de votos— como a nivel de su coalición, que cuenta con dos tercios del Senado, la mayoría en Diputados y controla los gobiernos locales donde vive el 90% de la población de la provincia.
Conscientes de que la misma marcha del gobierno irá quemando ese combustible inicial, en el búnker del sucesor de Perotti buscan administrar las expectativas. Los resultados no van al ritmo que demanda el electorado.
“En los primeros días se van a tomar un montón de decisiones, pero la gente va a sentir los cambios con los meses, no con los días”, reconocen.
Enfocados en la provincia, Pullaro y su equipo siguen de reojo la definición del balotaje y sus derivaciones en Santa Fe. Sobre todo, las económicas.
“No sabemos con lo que vamos a agarrar. El contexto nacional siempre es determinante, y ahora más que nunca”, señala un colaborador estrecho del futuro mandatario.
A eso se suma la situación de la caja provincial, golpeada por una macro turbulenta y especialmente por la sequía. Esta semana, el futuro ministro de Economía de la provincia, Pablo Olivares, advirtió que la provincia está en una “situación financiera desequilibrada”. El exsecretario de Finanzas de Santa Fe resaltó que la administración de Unidos partirá con un rojo de entre 160 y 200 mil millones de pesos y subrayó que “no habrá excedentes” en las arcas públicas.
La idea de gestionar expectativas también incluye al equipo de trabajo. Sin fecha de anuncio formal del gabinete—se habló de comunicarlo entre el 15 y el 25 de noviembre— dentro del dispositivo Pullaro gana consenso la idea de evitar los grandes actos. “A la gente no le gustan, hay que decir los nombres y seguir trabajando”, dice un jugador que cumplirá un rol importante en el nuevo gobierno.
Sin sorpresas en la primera línea del gabinete, en los últimos días Pullaro fue cubriendo los últimos lugares vacantes. El concejal santafesino Hugo Marcucci presidirá la EPE, la ex diputada nacional Alicia Tate irá a Género, que vuelve a tener rango de secretaría, y el intendente saliente de la capital provincial, Emilio Jatón, estará al frente de Derechos Humanos. El constitucionalista Domingo Rondina será fiscal de Estado, el jefe de los abogados del Poder Ejecutivo.
Además, Georgina Losada, hermana de Carolina, tendrá un lugar en el gabinete. La licenciada en Relaciones Internacionales estará en Comercio Exterior, en la órbita del ministerio de Producción. El armador del espacio de la senadora nacional y rival de Pullaro en las Paso, Julián Galdeano, estará al frente de la secretaría de Relaciones Institucionales, a cargo del vínculo con entidades de la sociedad civil.
Otros socios tendrán espacios de acuerdo a la cantidad de recursos humanos y los perfiles que tienen para aportar. El Partido Socialista, por ejemplo, sumará a Andrea Uboldi en Salud, a Gonzalo Saglione en destinada a la búsqueda de financiamiento internacional, a Verónica Geese en Energía y a Pablo Seghezzo en Vialidad, entre otros.
El PRO referenciado en Federico Angelini, ex candidato a vice de Losada, aguarda el resultado en las urnas del acuerdo con Javier Milei pero también sumará nombres al organigrama. “Las puertas están abiertas”, aseguran desde el círculo más próximo a Pullaro.
El partido UNO, de base evangélica, tendrá bajo su órbita la política contra las adicciones y las dependencias a cargo de los jóvenes en conflicto con la ley penal. El diputado Gabriel Real, del Partido Demócrata Progresista, estará en Relaciones Parlamentarias, la legisladora saliente Betina Florito en Educación y el exdiputado nacional Fabián Peralta, del GEN, en Desarrollo Social.
El operativo contención también incluye a los propios. El diputado provincial Juan Cruz Cándido, que iba quinto en la lista de diputados nacionales de Patricia Bullrich, ocupará la secretaría general, una suerte de versión santafesina de la Jefatura de Gabinete.
Al nivel ministerial, por el momento el once inicial se mantiene sin cambios. La mayoría proviene de las filas de la UCR: Felipe Michlig (Gobierno), Pablo Olivares (Economía), Lisandro Enrico (Obras Públicas), Pablo Cococcioni (Seguridad), Gustavo Puccini (Producción), Victoria Tejeda (Desarrollo Social), José Goity (Educación) y Silvia Ciancio (Salud). A ellos se suman un ministro del PRO, Roald Coco Báscolo (Trabajo), y dos socialistas: Enrique Estévez (Ambiente) y Susana Rueda (Cultura).
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