Aspiroz abrió el programa comentando un escrito que hizo Haberle en su muro de Facebook y que tuvo cierta repercusión. La nota en cuestión se refiere al avasallamiento del puerto de Quequén con respecto a la ciudad, y alude a que el mismo se encuentra manejado por el poderoso consorcio. “Se ha convertido en un estado paralelo fuera del municipal. Coalicionan con los intereses de los ciudadanos, cualquier cosa que se produzca en su jurisdicción impacta directamente en los vecinos”.

“El impacto ambiental es conocido por todos, el polvillo que emana de las cargas que provienen de los agroquímicos provoca enfermedades respiratorias. Notamos que la intención de las empresas es que cada vez más los camiones se acerquen más a Necochea”, denunció.

Así mismo, Haberle comentó al aire que desde hace dos años aproximadamente, con un grupo de vecinos vienen luchando contra la instalación de dos plantas de fertilizantes líquidos y sólidos que planeaban crearse en el giro 11 y 12 de Quequén. “En ese entonces en conjunto con organizaciones ambientales se logró un recurso de amparo judicial, pero el poder económico y el lobby de las transnacionales, no dieron su brazo a torcer. La construcción va viento en popa”.

“Esto es un riesgo para la población. Esta planta estará ubicada entre la 61 y 63, cuando entre la 65 y 87 ya se encuentran población y colegios. Esta construcción debería figurar en una planificación urbana integral, el consorcio hace lo que quiere y no considera que está en la ciudad a la cual debería respetar”, aseveró.

Por otro lado, expresó: “En plenas elecciones, el consorcio muestra que puede hacer un montón de obras. Convengamos que el presidente del consorcio es Arturo Rojas, que es candidato a intendente de la ciudad. Él quiere mostrarse como hacedor de obras con todo el poderío que lo acompaña. Esto se contrasta con una ciudad empobrecida y que no tiene recursos, con vecinos que no pueden pagar los servicios, ni las tasas. En ese plan de obras están avanzando con prepotencia en la construcción de un centro comercial dentro de la jurisdicción del puerto, esto no es una tarea del consorcio. Por eso digo que es un Estado dentro de un Estado”.

“Acá no se hizo un estudio que determine el impacto social ni económico que significa en esa zona tal emprendimiento. Por otro lado, tenemos la villa balnearia que está cerrando sus comercios debido a la crisis económica que produce este Gobierno Nacional y Provincial. Esto genera una competencia desleal con los comerciantes de la villa. Si cumplieran las normas y cada comerciante fuera a la municipalidad y sacara sus permisos, sus planos y pagara sus impuestos, podrían tener control municipal y de bromatología para los alimentos. Todo eso, es lo que hace cualquier ciudadano común cuando instala cualquier comercio. Eso es un poco lo que traté de expresar en mi escrito.”

Por último, Haberle comentó que recibió varias amenazas: “Ellos utilizan la ciudad, rompen los caminos, nos contaminan y no le devuelven nada a Necochea. En mi muro de Facebook he tenido amenazas por expresar mi bronca ante la injusticia de estos avasallamientos y se están investigando en la comisión de delitos informáticos”.

“Nos falta más compromiso ciudadano para saber defendernos mejor. Se supone que elegimos representantes para que nos defiendan y para que los poderes de la ciudad puedan tener una planificación que respete los derechos del ciudadano. Si no la hacen, ahí es donde intervenimos los vecinos que sabemos organizarnos para hacer los reclamos. A veces el Estado escucha y otras veces no. Hay que ser conscientes de que no nos vendan espejitos de colores con esto de que el consorcio ilumina los silos, les da subsidio a los artistas, hace nuevos paradores o mejora una calle. Las viviendas de los alrededores van a tener un menor valor debido a la contaminación ambiental, las ratas, los silos y el paso de los camiones. No beneficia al progreso de Necochea. Todo esto es una pantalla para ocultar todo lo que nos perjudica, empezando por contaminar y no pagar la tasa portuaria”, concluyó.