Detectaron alto contenido de arsénico. La Justicia intimó al municipio a que lleve agua potable.
Enviaron una muestra del agua que sale por los surtidores para ser estudiada en Buenos Aires y se determinó que este líquido no es apto para el consumo humano porque tiene más arsénico de lo que se permite. Por ello, una vecina de San Roque acudió a la Justicia y logró que esta intimara a la Municipalidad de Jáchal a llevar unos 40.000 litros diarios de agua potable a este pueblo en el que hay unas 500 personas. Ayer comenzaron a llegar los camiones del municipio con agua para depositar en las piletas que tiene la Unión Vecinal Cruz de Piedra, que es la que maneja el servicio en ese lugar.
Fue Angélica Quinteros quien hizo analizar el agua y se determinó que tenía un alto contenido de arsénico, es decir 0,1 mg/litro, cuando el límite permitido por la OMS es del 0,05 mg/litro. Consumir este mineral en exceso produce varios trastornos de salud, incluso puede causar cáncer. Con estos datos, la mujer presentó un recurso de amparo ante la Justicia de Paz de Jáchal. Ante esto, el juez Pablo Oritja resolvió solicitar a OSSE, a la Vecinal y a Salud Pública un informe sobre el sistema de control, monitoreo y tratamiento de potabilización que se emplea en el pueblo. También pidió que se informe cuándo fue la última vez que analizaron el agua y qué resultados lanzó ese estudio. A esto se sumó que el juez decretó una medida cautelar mediante la que se obliga a la Municipalidad de Jáchal a proveer 40.000 litros de agua, diariamente para abastecer a las 155 familias que hay en San Roque. Ordenó además a la Vecinal a vaciar y limpiar las piletas para almacenar allí el agua potable que lleve el municipio. Esto implica cortar el agua que estaba siendo extraída de un pozo y que está contaminada. Este pozo se alimenta de aguas subterráneas. Al parecer, según explicó Cristian Andino, podría estar pasando cerca del pozo una cuenca del río con mucho arrastre de arsénico y por eso comenzó a contaminarse. También explicó que la Vecinal no cuenta con la infraestructura adecuada como para eliminar estos minerales del agua. Sólo puede colocar cloro al agua para potabilizarla. Es por eso que el funcionario se reunirá hoy con Oritja y con el intendente Jorge Barifusa para ver cómo se resolverá el problema y quién seguirá manejando el servicio. En cuanto a los controles, es Salud Pública quien debe chequear que el agua sea apta para el consumo.
El problema del arsénico en el agua es de vieja data en el departamento jachallero. Es que los terrenos que son atravesados por el río Jáchal tienen un alto contenido natural de boro y arsénico, por su conformación geológica. Estos minerales son arrastrados por el río.
UN ANTECEDENTE: El pueblo de El Encón, en 25 de Mayo, también sufrió los avatares del arsénico en el agua. A fines de los ‘90, los vecinos vivieron su peor momento de alarma por los resultados que lanzaron los estudios realizados en el agua que estaban consumiendo. Entonces, OSSE, el Instituto Nacional del Agua y la UNSJ, se dedicaron a tomar muestras porque comenzaron las sospechas de que el agua estaba contaminada con arsénico. Se detectó que el contenido de ese mineral en el agua era el triple de lo permitido por la OMS. Salió a la luz entonces que unos 1.000 vecinos estaban bebiendo agua contaminada. De ahí en más se comenzó a buscar soluciones para este problema. Años más tarde, en 2004, se inauguró un acueducto que llevaba agua sin el mineral.
Comentá la nota