Las sospechas recayeron sobre un exnovio de la adolescente, de quien se había separado hacía poco tiempo. Ni bien se conoció la noticia de la muerte de Catherine, el abuelo del sospechoso Juan Carlos "Canini" Gonzalez, de unos 60 años de edad, fue molido a golpes y poco tiempo después falleció. Un nuevo homicidio.

Al conocerse el trágico episodio, familiares y amigos de la víctima se congregaron en las inmediaciones de la comisaría y canalizaron su furia arrojándole piedrazos a las puertas y vidrios de la sede y luego quemándola. 

La horda luego quemó la Municipalidad y el Registro Civil. 

Después, atacaron e incendiaron la vivienda del jefe de Seguridad Municipal Ricardo Triches.

Nair tenía 9 años... 

La primera pueblada

Una pueblada que fue una bisagra en el tiempo sucedió en Tres Arroyos. Nair Mos- tafá desapareció el 31 de diciembre de 1989 en Tres Arroyos. La policía no consideró la denuncia de su madre y la gente salió a buscarla: la hallaron muerta, violada y estrangulada. Hubo varios sospechosos pero ningún culpable. En 2005 la causa prescribió Nair salió de su casa a la tarde hacia el club Huracán, pero nunca llegó. Liliana Fuentes, la mamá, se dio cuenta de que su hija no había estado en la pileta y fue a la comisaría primera a radicar la denuncia y pedir ayuda.

Allí le dijeron que en ese momento no podían recibirle la denuncia. Fue dos veces más. El comisario no estaba y el subcomisario decía estar muy ocupado.

Luego fue a la radio AM de la ciudad, LU24, desde donde se dio la noticia y se motorizó la búsqueda. Un bombero voluntario organizó los rastrillajes de los que participaron decenas de vecinos.

Un hombre, que se metió en unos pajonales al lado de las vías del ferrocarril en la esquina de Falucho y Brandsen encontró el cadáver de Nair. Estaba boca arriba, tenía mordiscos y la habían violado y estrangulado.

Los vecinos estallaron y fueron a Pringles 30, la sede de la Regional de Tres Arroyos. Volaron piedras e incendiaron autos. Durante la noche quemaron 16 vehículos. 

Fue la primera gran pueblada registrada en la provincia desde el regreso de la democracia.

Los posibles orígenes de una pueblada

La pueblada irracional es un retroceso de siglos en la evolución de las instituciones y repudiable desde cualquier arista. Sin embargo las mismas no nacen por generación espontánea. En cada una de ellas existe génesis.

En Colón las pequeñas puebladas nacidas en el barrio 9 de Julio tuvo como protagonistas el hartazgo de los vecinos con parte de una familia que cometía hechos delictivos a repetición sin que la Justicia le diera una solución. Se llegó a contar más de setenta causas judiciales en conjunto.

Pero también en la ciudadanía existen versiones rumores y afirmaciones que subyacen en la gente creando desconfianza hacia las autoridades policiales y políticas. Una de las problemáticas de esta desconfianza es la comercialización de estupefacientes y las supuestas "protecciones". Pero lo más preocupante es que ni la Justicia ni la buena policía tiene los anticuerpos necesarios para investigar y extirpar a los malos funcionarios. En estos contextos, un hecho delictivo grave (como ejemplo puede ser el homicidio de un menor) puede ser el caldo de cultivo para que comience una pueblada que se sabe como empieza y no como puede terminar. 

Se debe tener en cuenta que en la mayoría de los robos, hurtos, suicidios, y hasta fuga de hogar están relacionadas con el consumo de drogas, y la población observa pasividad en los que tienen que intervenir.