La familia de Analía Rivero -baleada en la puerta de la disco Stone- encabezó la marcha e identificó al supuesto asesino: "el Gordo" González, ex barrabrava de Central. Participantes de la marcha arremetieran con bronca contra la comisaría del pueblo.
Un multitud conformada por miles de vecinos de Capitán Bermúdez ganaron anoche las calles de esa ciudad para exigir justicia tras el crimen de Analía Rivero, la joven de 18 años baleada en la puerta de la disco Stone, en las primeras horas del último domingo. La propia familia que encabezó la marcha identificó al supuesto asesino: Brian "el Gordo" González, un hombre de 50 años, ex miembro de la barrabrava de Central, ligado al negocio de estupefacientes. El colmo de la historia es que está prófugo en una de las causas más impactantes que tiene la historia reciente de la provincia: la balacera a la casa del gobernador Antonio Bonfatti. Esto no le impidió ir a bailar el sábado por la noche a ese boliche, del que fue sacado por uno de los patovicas del lugar, lo que habría motivado su reacción. Sin dudas la impunidad con la se manejaba hizo que muchos de los participantes de la marcha arremetieran con bronca contra la comisaría del pueblo destrozándola a piedrazo limpio, al igual que a varios de los móviles estacionados en la puerta. Una verdadera pueblada. La policía reaccionó con disparos.
Buena parte de la ciudad marchó desde la ruta 11 hasta la comisaría de Capitán Bermúdez, en una jornada donde los vecinos mostraron su hartazgo con insultos frente a la comisaría. Muchas familias completas se unieron al reclamo, que pasadas las 20 cortó la ruta 11, y mantuvo repleta la plaza y la zona del boliche donde ocurrió el crimen, a la espera de que algún jefe policial se dirigiera a la gente.
En medio de la multitud, Mónica Rivero pedía a gritos que la Justicia se pusiera en acción para encontrar al asesino de su hija. "Escuché que lo tienen identificado pero, ¿dónde está? ¿Están haciendo tiempo para que se vaya? ¿Para que desaparezca?", repetía ante una multitudinaria manifestación.
A su lado Andrea Rivero, hermana de la víctima, le dijo a Rosario/12 que "hay gente que vio la cara del que estaba armado esa noche, la cara del que disparó esa noche, personas de seguridad de la Guardia Urbana, de Tránsito que trabajaron esa madrugada. Ellos lo vieron y pueden declarar que era esta persona, hay dos o tres cámaras de seguridad, y se grabó cómo sucedió todo, incluso la pelea anterior que se dio en ese lugar".
"Ellos, la justicia y la policía, tienen muchísimos datos, tienen nombres y apellidos, tienen la edad y varias direcciones pero no van a buscarlo. ¿Dónde esté la justicia, qué están esperando para dar una orden de allanamiento? A cuántas personas más tiene que matar este hombre?", se preguntó la joven.
Andrea agregó que "en las cámaras de seguridad se grabó la cara de esa persona, la chata con otra persona a bordo, se vio a la otra persona con la que estaba discutiendo. Están perdiendo un tiempo enorme". Y concluyó dando una pista relevante: "El mismo patovica del boliche les dijo a mis padres que estaba dispuesto a declarar quién fue. Esta es la misma persona que sacó del boliche a este hombre que estaba armado y nos dijo que iba a declarar".
La muerte de Any Rivero se produjo cerca de las 5:30 de este domingo, en la puerta de la disco "Stone" mientras estaba junto a una veintena de jóvenes cuando se acercó una camioneta Toyota Hilux color gris desde la que sus tripulantes efectuaron al menos diez disparos de arma de fuego en forma indiscriminada. Uno de los proyectiles dio en el tórax de Analía y otro en la pierna de un joven de 19 años. Los restantes disparos impactaron en un portón lindero al boliche y en autos estacionados. La policía recogió en el lugar 8 vainas servidas correspondientes a un arma calibre 9 milímetros.
La primera reacción política tras el violento suceso la dio el intendente Mario Montizanti, quien decidió prohibir la actividad de discos y boliches por 40 días. La medida fue rechazada por el concejal de Capitán Bermúdez, Daniel Cinalli, del Partido Justicialista: "Esta es una especie de estado de sitio durante 40 días". Para el edil "hay connivencia entre las fuerzas policiales, las autoridades política y la narcodelincuencia que nos hace lamentar la muerte de esta chica, que creemos es el corolario de una serie de desaciertos".
Cinalli apuntó a los sospechosos del crimen: "Es un grupo dedicado a la venta de estupefacientes en barrio Copello con muchos antecedentes, conocidos por la fuerza policial y la Justicia, que han esgrimido que tienen impunidad".
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