Señaló que tras la audiencia pública, donde se presentaron y debatieron los estudios de impacto ambiental de ambos proyectos, con la participación de distintos sectores de la comunidad formoseña, “viene ahora la etapa de evaluación. Hay que incorporar todas aquellas observaciones, sugerencias y presentaciones que se hicieron durante en la audiencia pública, de modo que con posterioridad a esa evaluación la comisión evaluadora creada al efecto, emitirá un dictamen en un plazo de 30 días sobre la factibilidad o no de ambas iniciativas, de modo que ya se está trabajando en el tema”.

“Se trata de un proceso largo que conduce finalmente a un documento que contiene las firmas de los organismos competentes, porque si no, no es posible obtener una factibilidad ambiental en el marco de la ley”, puntualizó.

Indicó Araoz que la audiencia pública fue la instancia para que todas aquellas personas u organizaciones que tenían posiciones a favor a en contra del proyecto, tuvieron la oportunidad de hacer el aporte de documentaciones con base científica sobre la postura que mantenían, sobre todo con la planta de Dioxitek, que es la que más polémica ha generado”.

Manifestó que sobre esta iniciativa, “hemos tenido observaciones de instituciones prestigiosas, pero en ningún caso se presentó un estudio que afirmara que este tipo de instalaciones contamina el ambiente o que representa un peligro para la salud de la población”, dijo finalmente.