El Gobierno nacional aspira a aprobar antes del 21 del corriente, cuando venza esta etapa de la cuarentena, el proyecto de ley para regular las nuevas restricciones contra el Covid.

Como ocurrió en los últimos 18 meses, la aprobación está garantizada en el Senado, pero en la Cámara de Diputados el oficialismo dependerá de los votos de los legisladores que responden al gobernador Juan Schiaretti y el exministro de Economía, Roberto Lavagna.

Los pronósticos no son favorables para el Frente de Todos. La diputada Graciela Camaño, del bloque lavagnista, ya adelantó que el proyecto es “inconstitucional”.

Por su parte, los diputados que responden a Schiaretti están analizando la propuesta oficialista, incluso con interconsultas a constitucionalistas.

Desde el bloque Córdoba Federal aseguran que recién se pronunciarán de manera pública entre jueves y viernes (tal vez esperando que el gobernador tenga el alta de su problema de salud), pero los primeros indicios políticos son pesimistas para las aspiraciones del albertismo y el critinismo.

“¿Para qué quieren aprobar una ley sobre las facultades que tienen las provincias, si ya están especificadas en la Constitución Nacional?”, se preguntó uno de los legisladores schiarettistas, marcando una posición contraria al intento de la Casa Rosada.

IMPACTO DEL FALLO DE LA CORTE

Tampoco se puede obviar otra señal política. Si bien no hubo un pronunciamiento público de parte del gobernador Schiaretti sobre el fallo de la Corte Suprema que le dio la razón a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por la presencialidad en las escuelas, por la información que publicó La Voz, en el Centro Cívico calificaron de “histórico” la decisión del alto tribunal.

“Se defiende la autonomía de los Estados provinciales y Caba”, se escuchó decir a un funcionario íntimo del mandatario provincial.

La lectura directa de este comentario en off, es que Schiaretti piensa lo mismo que su ministro.

No será la primera vez que el Frente de Todos tenga dificultades para aprobar una ley en la Cámara Baja.

Dos proyectos de reforma judicial y la Ley de Biocombustibles quedaron trabadas en Diputados por la falta de votos del oficialismo.

Estas iniciativas son rechazadas por el schiarettismo y el lavagnismo, que entre los dos votos bloques suman siete votos.

Con la actual conformación de la Cámara Diptuados estas bancas son indispensables para el oficialismo para llegar a los 129 votos para sancionar esta ley, que seguramente tendrá media sanción en el Senado.

Hay un agravante para la Casa Rosada. Por la intervención a la que fue sometido este martes, no tendrán chances de negociar directamente con Schiaretti.

El ministro del Interior, el cristinista Eduardo “Wado” de Pedro, y el albertista Julio Vitobello, secretario General de la Presidencia, son los encargados de convencer a los gobernadores para que apoyen el proyecto que ya está en el Senado.

Desde el Centro Cívico nadie se animó a confirmar si hubo algún diálogo entre los funcionarios nacionales y el gobernador, en los días previos a su internación.

Se sabe que el secretario de Integración Regional, Jorge “Zurdo” Montoya, suele ser un intermediario entre De Pedro y Schiaretti.

APURADOS

En coincidencia con el apuro de la Casa Rosada por aprobar la ley antes del 21 de mayo, la vicepresidenta Cristina Fernández ya remitió el proyecto oficial a las comisiones de Salud y Asuntos Constitucionales.

Se descuenta que los 41 senadores que integran el bloque del Frente de Todos sacarán sin inconveniente la media sanción en la Cámara que la vicepresidenta maneja con mano de acero.

Entre los tres senadores cordobeses, ya se sabe que el juecista Ernesto Martínez y la macrista Laura Rodríguez Machado, votarán en contra.

Mientras que votará a favor el peronista Carlos Caserio, referente en Córdoba del presidente Alberto Fernández y seguro candidato a la reelección por el Frente de Todos.

Este escenario favorable en el Senado no se repetirá en Diputados.

Si bien los schiarettistas no se pronunciaron por ahora de manera oficial, todo indica de que no haber cambios en algunos artículos “centrales”, que para los peronistas cordobeses se avanza sobre la autonomía de las provincias, su postura será desfavorable.

El Frente de Todos tiene 119 bancas en Diputados. A estos se pueden sumar los seis votos del bloque Unión Federal que preside el mendocino José Luis Ramón, habitual aliado del oficialismo, con lo cual, llegaría a 125 voluntades

Faltarían cuatro. Por eso vuelven vitales los cuatro votos que responden a Schiaretti, además, de los tres que siguen los lineamientos del exministro Lavagna.

Un dato histórico que no es menor. La relación política entre Schiaretti y Lavagna no terminó bien en el año 2019, cuando negociaron la conformación del Peronismo Federal.

Hubo una reunión en Capital Federal que terminó en malos términos, porque el exministro de Economía intentó imponer su liderazgo en ese espacio político que buscó ser una alternativa al macrismo y el cristinismo.