El nuevo gobierno influirá en la continuidad laboral de 600 mil trabajadores estatales. El empleo público en la administración central creció 50% desde 2008 y será uno de los temas sensibles que deberá abordar el próximo presidente. El 10 de diciembre, se deberá definir rápidamente sobre el destino de 70 mil de esos contratos, que dependen de manera directa del Gobierno nacional.

El secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Julio Fuentes, explicó que “son trabajadores estatales, a los que año a año se les debe renovar los contratos a término, a pesar de que la mayoría realiza tareas permanentes”.

Puntualmente, 210 mil son empleados municipales, 320 mil son provinciales y los que dependen de manera directa de la administración central son 70 mil. De todas maneras, Fuentes advirtió al periódico Perfil que “en los municipios el número puede ser aún mayor porque hay mucha información escondida y la precariedad laboral del sector es muy grave. Son los estatales más golpeados por la precariedad y el abuso laboral del Gobierno”.

Lo cierto es que la suerte de 70 mil de esos empleados públicos deberá ser definida apenas asuma el nuevo gobierno el 10 de diciembre, ya que dependen directamente de la administración a nivel nacional. Además, el próximo presidente también deberá influir sobre los trabajadores municipales que son financiados con fondos de planes federales.

A nivel nacional, el ministerio que sumó más empleados entre 2008 y 2015 fue el de Trabajo: pasó de 2.015 trabajadores a 21.466, respectivamente.