El cruce del asesor todoterreno con el legislador radical expuso la trama de intereses cruzados en la cúpula del poder libertario. La hermana presidencial lo omitió de la transmisión oficial. El Presidente igual lo defendió y atacó a la prensa.
Lucía Aisicoff
El arranque de furia de Santiago Caputo contra el diputado Facundo Manes en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso terminó de demoler el “mito” que el asesor tejió durante más de un año en torno a sí mismo. De calculado bajo perfil, quedó expuesto como nunca antes con su interrupción en la entrevista de Jonatan Viale a Javier Milei, debió filtrar que amagó con presentar la renuncia y ahora protagonizó un nuevo escándalo que lo deja en el centro de la escena.
Ante el faltazo del peronismo a la Asamblea Legislativa, Manes se convirtió en la cara de la oposición en el recinto de Diputados. Acaso por eso Milei se la agarró con el legislador radical disidente, que agitaba una Constitución Nacional mientras lo escuchaba hablar de los jueces que nombró por decreto en la Corte Suprema. “Leela Manes, seguramente vos entendés cómo funciona el cerebro y parece que no entendiste nada, leela bien. Quizás tu versión es de inteligencia artificial y cambia de libertaria a kirchnerista como hiciste vos, Manes. Te falta mucha teoría política. No podés confundir colectivistas con libertarios, por favor. Te falta mucha lectura, Manes”, lo increpó el Presidente. En ese momento, Caputo lo insultó desde el palco que compartía con el secretario de Justicia, Sebastián Amerio, y el youtuber-tuitero Daniel Parisini, más conocido como “Gordo Dan”. En un segundo plano estaban el jefe del bloque libertario en la Legislatura bonaerense, Agustín Romo, y el influencer “Sagaz” Luna.
Una vez finalizado el discurso, Caputo increpó a Manes en un pasillo del Congreso. Según el diputado radical, el asesor le dijo: “Ahora me vas a escuchar, me vas a conocer”. Recibió “dos trompadas” de alguien que lo acompañaba. En ese momento, quien oficiaba de una suerte de guardaespaldas de Caputo era el youtuber FranFijap, cuyo nombre real es Franco Iván Jeremías Antunes Puchol. Fijap intentó tapar la grabación de un periodista que filmaba la escena.
Miradas oficialistas apuntaron contra Manes y su “show de victimización”. “Provocó desde que entró hasta que salió. Tiraba besos, se tocaba los huevos, se hacía el dormido, insultó e interrumpió todo el tiempo. Pensábamos que era un tipo relativamente racional, pero el sábado demostró todo lo contrario. Fue a provocarnos y después armó una denuncia porque le dieron dos palmaditas en el pecho. Nos deja sin palabras”, dijo a elDiarioAR un alto funcionario de llegada directa a Milei, que aseguró que no hubo represalias ni enojos con el asesor Caputo por su reacción: “Manes provocó y él fue a decirle las cosas en la cara. Esos son nuestros códigos”.
Lo cierto es que, más allá de las provocaciones de Manes, el episodio que protagonizó Caputo tapó el discurso de Milei y abrió un nuevo escándalo, en días donde en la Rosada se empeñan en enterrar el escándalo de $LIBRA pero no retoman el control de la agenda. La bronca del asesor estrella de Milei, ¿fue un control de daños de los “ingenieros del caos”? ¿Se trató de una acción precalculada o una reacción visceral?
“Santiago estaba sacado. Muy nervioso porque tenía un traje nuevo para salir por cadena nacional y Karina dio la orden de no enfocarlo”, ironizó a elDiarioAR un dirigente libertario que participó de la jornada, en referencia a la transmisión oficial definida por la secretaria general de la Presidencia, en la que Caputo ni apareció y ella ensayó una demostración sin metáforas de que es la dueña de la guillotina al cortarles las cabezas en los encuadres a la vicepresidenta Victoria Villarruel y al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. Además de una venganza contra la vice, buscó que nadie opacara a su hermano, y a ella se la vio, risueña y vestida de azul, en varios tramos de la transmisión.
Haya sido una acción precalculada o una reacción visceral, la escena da cuenta de la profundidad de la crisis: el malestar escala hasta la cúpula del Gobierno y el “triángulo de hierro” se ve empujado hacia una redefinición de roles, donde Caputo aparece dispuesto a inmolarse y romper su bajo perfil para preservar a Milei.
Macarena Alifraco, mano derecha de Caputo, blanqueó el malestar de su jefe con un posteo en X: “No es casualidad que los primeros en salir a instalar la mentira de las dos piñas hayan sido CIERTOS periodistas. Tampoco es casualidad que la casta saliera en manada a solidarizarse sin chequear. Van a defender con uñas y dientes sus privilegios, y nosotros al Presidente”.
La misma línea repitieron los dirigentes encolumnados en “Las Fuerzas del Cielo”, la agrupación que lanzaron hace unos meses, en un acto con estética fascista donde se abrazan todos los que rodearon a Caputo en el palco de Diputados, como Romo y el Gordo Dan.
El asesor siempre se empeñó en mostrarse como un “monje negro” al que prácticamente no se le conoce la voz o alimentando la intriga con sus fotos fumando en la explanada de la Rosada, en las que se asoman sus tatuajes de simbología rusa. Los episodios de las últimas semanas no le suman ni en su plano personal ni en la estrategia del Gobierno, ya que corre –al menos por un rato– el eje de la conversación del escándalo cripto, pero también opaca cualquier anuncio e intento de retomar el control de la agenda por parte de Milei. El Presidente parece haber buscado en vano instalar distintos temas en un discurso leído que preparó con la colaboración de sus principales ministros, y cuya letra chica había pulido a solas con su asesor estrella.
Milei le dio cierto apoyo ayer en un tuit en el que contestó un video que se filtró del momento en que Caputo bajó del balcón al pasillo de Diputados para increpar directamente a Manes. “A LOS PERIODISTAS MENTIROSOS, COIMEROS Y ENSOBRADOS QUE ARMARON UN ESCÁNDALO POR UN TEMA MENOR”, escribió desencajado el mandatario. En el video, editado con la música de la serie Succession, no se muestra lo que denunció el radical: que la agresión física no fue de Caputo, sino de su acompañante FranFijap. El legislador sí intentó hacer una denuncia en la comisaría de la Cámara baja por las amenazas verbales del asesor.
El “triángulo de hierro” en las últimas semanas entró en su peor momento. Caputo debió salir del detrás de escena y se mostró desencajado. Karina, abocada a todos los detalles en los actos de su hermano, llevó al extremo su obsesión por tener la potestad de la transmisión oficial, pero no logró evitar los desmanes. Milei quedó en un deslucido segundo plano, sin lograr imponer nuevos temas en la agenda. Es que del anuncio sobre el acuerdo con el FMI aún no se conocen detalles y en la semana cortísima que comienza el miércoles la expectativa estará en la jura o no de Ariel Lijo, que la Corte Suprema pospuso y a quien el peronismo amenaza con voltear en una votación aún en gateras en el Senado.
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