La Provincia y el grupo DESA, que aglutina a las eléctricas, encaran un proceso de entendimiento.
La gobernación denunció aumentos desmedidos y cuestionó inversiones de las eléctricas durante 2016-2019. El descargo y la visión optimista del grupo DESA.
La Subsecretaria de Energía del gobierno de la Provincia de Buenos Aires publicó unduro informe sobre la Revisión Tarifaria Integral 2017-2022 que la gestión de María Eugenia Vidal firmó en conjunto con las distribuidoras eléctricas provinciales, y del cumplimiento de las inversiones comprometidas por parte de las firmas. Cuestiona ajustes tarifarios y los procesos de inversión de cada firma.
El documento se emite en medio de un proceso de negociación entre el gobierno de la provincia de Buenos Aires y el grupo DESA -que aglutina a las distribuidoras Edelap, Edea, Eden, Edes y Edesa- que comenzó en agosto de este año con la firma del acuerdo que extendió el congelamiento de tarifas eléctricas hasta fin de año con motivo de mitigar el impacto de la pandemia del coronavirus.
En agosto, el Gobierno bonaerense acordó con las empresas eléctricas la prórroga del congelamiento de tarifas.
El camino de entendimiento entre las partes que comenzó hace un mes busca no sólo revisar lo hecho sino reactivar a futuro las inversiones necesarias para el mejoramiento del servicio. La buena predisposición del holding trajo de suyo la seguridad de la Provincia de no tener que enfrentar acciones legales mientras se extienda la crisis sanitaria por el congelamiento que data de principios de 2019. En medio del proceso se conoció un duro informe sobre el rol de las empresas eléctricas durante el gobierno anterior encabezado por la exgobernadora María Eugenia Vidal.
Sin embargo, y pese a ver cuestionado su accionar, desde el grupo DESA se manifiestan optimistas en que seguramente se arribará a un acuerdo de entendimiento, con el lanzamiento de un plan de trabajo en conjunto que implique el sostenimiento del Servicio de Distribución de Energía Eléctrica, aportando previsibilidad y estabilidad regulatoria, en miras al desarrollo económico y social de las áreas de concesión comprometidas.
El documento de la Subsecretaría de Energía advierte que durante la gestión de los últimos cuatro años, el gobierno de María Eugenia Vidal avaló aumentos injustificados de las tarifas de energía eléctrica que “no fueron acompañados de responsabilidades de inversión por parte de las empresas”.
Empresas eléctricas: inversiones comprometidas versus inversiones ejecutadas.
El informe menciona que en promedio todas las empresas eléctricas estuvieron casi un 40% por debajo del comprometido, información a la que fuentes cercanas al grupo que preside Rogelio Pagano le explicaron a INFOCIELO que tal variación refleja el atraso en los ajustes más la imposibilidad de financiamiento en un mercado que no era el que se pensó al inicio de la RTI firmada con Vidal. En consecuencia, las menores inversiones se compensan contra los mayores costos que debió enfrentar la concesión producto de los desfasajes en los cuadros tarifarios.
Por otro lado, en el documento se advierte que se autorizaron aumentos injustificados sumados a la fuerte quita de subsidios a nivel nacional, lo que representó aumentos en las facturas finales de los usuarios que oscilaron en promedio entre 2.000% y 3.500% en apenas tres años, y que esa mejora de los ingresos empresarios no fue acompañada en igual medida por mejoras en las inversiones y la calidad del servicio.
Sin embargo, la revisión de lo realizado por la administración de Vidal sucede también en un contexto de crisis macroeconómica y congelamiento tarifario que puede desvirtuar el análisis. Por ejemplo, desde la última vez en que se actualizaron las tarifas, en febrero de 2019, el dólar se apreció casi un 100% y la inflación se acerca al 60 por ciento.
Ingresos de las distribuidoras eléctricas
Según el documento, los indicadores SAIDI y SAIFI (miden la frecuencia de ocurrencia de las interrupciones en las instalaciones eléctricas de los sistemas eléctricos, y el tiempo de duración de las interrupciones) no indican una mejora en la calidad de servicio entre 2015 y 2019, excepto en EDES. “Es decir que el incremento de tarifas que les representó un aumento del 220% del VAD no redundo en mejoras de la calidad el servicio”, concluyen desde la Provincia.
Fuentes cercanas a DESA remarcan que entre diciembre de 2015 y el mismo mes del 2019, el Valor Agregado de Distribución (VAD) promedio en una factura de un usuario Residencial de 250 kWhmes se incrementó en un 525%, mientras que el costo de la energía para reducir los subsidios en el mismo plazo se incrementó en un 2500%. Por lo que, resaltan que el desfasaje temporal entre el pago de la energía a CAMMESA y la recuperación de esos costos por el cobro de las facturas de los usuarios, con las medidas cautelares afectó el capital de trabajo de las empresas y afectó, consecuentemente, los planes de inversiones.
Respecto de la calidad del servicio teniendo en cuenta las inversiones ejecutadas en base a la planificación estratégica de las Distribuidoras, y el compromiso asumido por los parámetros de calidad, desde las eléctricas observan una mejora sustancial en los índices de frecuencia y duración de las interrupciones de servicio en el período considerado.
Rentabilidad empresas eléctricas.
Según el documento de la Gobernación, el fuerte aumento de las tarifas y el bajo nivel de inversión y mantenimiento de la red, tuvo como resultado un crecimiento sostenido de las ganancias de las Distribuidoras Eléctricas de la Provincia de Buenos Aires. El extraordinario crecimiento patrimonial, producto de la RTI, tuvo su correlato en el crecimiento de los resultados: las cuatro distribuidoras de Energía Eléctrica aumentaron sus ganancias entre 2015 y 2018, entre 498% y 644%. En consecuencia, el informe remarca que “la distribución de dividendos que realizaron EDEN, EDEA, EDES y EDELAP a sus accionistas, fue creciendo de manera significativa año a año”.
Distribución de dividendos de las empresas eléctricas.
A la hora de ser consultadas por este portal, fuentes cercanas al grupo Pagano vieron oportuno aclarar que “los dividendos consignados en el informe obedecen a resultados no efectivamente distribuidos”. Asimismo, desde DESA remarcan que muchos resultados contables obedecieron a eliminación de pasivos corrientes como por ejemplo: “PUREE, financiamiento CAMMESA largo plazo, ajustes por inflación de los estados contables, entre otros”.
De hecho aclara que sí se pagaron impuestos al Estado por esos resultados, pero nunca generaron en su totalidad movimientos de caja hacia el accionista, más allá de la tasa de retorno regulada del 7,98%, después del pago de impuestos. Durante el período 2017 - 2019 se pagaron dividendos, principalmente de EDEA, EDEN y EDES, en porcentaje resultante del cociente entre dividendos pagados y base de activos regulatoria neta es desde el punto de vista metodológico comparable con el retorno esperado, resultando para EDEA del 4,2%, EDEN 2,5%, EDES 2,8% y EDELAP 0,04%; muy por debajo del retorno definido por la autoridad de aplicación.
Con el actual informe como base, las partes continúan el proceso de negociación y discusión. En un escenario inestable y con tarifas congeladas desde febrero de 2019, pero con total predisposición del grupo para evitar reclamos millonarios a una Gobernación que espera reactivar inversiones por 600 millones de dólares en las redes eléctricas.
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