Según la Dirección de la Niñez, en San Juan hay 15 familias que tienen niños que trabajan en el centro. Además, detectan 5 casos anuales en zonas rurales.
En las calles céntricas sanjuaninas hay unos 45 niños que venden desde estampitas hasta medias y agujas. Esto, a pesar de que en el país está prohibido el trabajo infantil. Según informaron desde Dirección de la Niñez, que depende de Desarrollo Humano, están interviniendo para dar fin a esta situación. La cifra sale a la luz hoy que se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil.
A estos chicos se suman los que trabajan en las zonas rurales. Según
la Comisión Provincial para la prevención y erradicación del Trabajo Infantil (Copreti) en la provincia se detectan por año 5 casos.
Marcelo Bartolomé, de Niñez, dijo que los 45 chicos que tienen identificados están en la zona del centro y su labor es vender estampitas, medias y agujas y que son casos crónicos. Es decir que están en las calles desde hace al menos 2 años. Incluso hay familias que llevan más de una generación vendiendo y pidiendo.
Mientras que en el caso de las zonas rurales, el subsecretario de Trabajo y coordinador de la Copreti, Roberto Correa Esbry, dijo que son casos que suceden todos los años y que ellos detectan cerca de 5 situaciones irregulares anuales, en promedio. Mientras que en lo que va del año ya pudieron localizar uno. ‘En estos casos, a diferencia de los chicos que trabajan en la calle y que dependen de las órdenes que les dan sus padres, los empleadores son sancionados con multas que van desde los 12 salarios mínimos a los 2.000. Además, pueden ir presos como mínimo 1 año y como máximo, 4‘, dijo.
Para ambos funcionarios, frenar este ‘fenómeno‘ es una tarea muy complicada. Dijeron que es difícil detectarlos porque los chicos se escapan del lugar, son escondidos por los empleadores o hasta sus familiares declaran que no tienen quién los cuide y por eso los llevan a sus puestos laborales. A la vez, admitieron que muchas veces no se cumple la ley, en cuanto a los controles. Pues los responsables de los chicos, que están en la calle mendigando (aunque sea a cambio de una estampita), pueden ser multados con una contravención, pero no es habitual que eso se haga. ‘Nos acostumbramos a verlos y ya consideramos que no es una falta‘, dijo Bartolomé y admitió que ahora buscan retomar este trabajo, para frenar este problema.
En este sentido dijeron que trabajarán con los municipios y la Policía. Se busca que la Policía haga las contravenciones (ya sea de oficio, por la denuncia de un particular o la intervención del 102) para que a los padres les quede un antecedente. ‘Vender estampitas es un método de subsistencia más relacionado a mendigar que al trabajo infantil, y está tipificado como una contravención. La intervención debe tender al cese de la falta, pero en caso de reincidencia se labra el acta cuya sanción es citar a los padres o tutores para que acrediten que los chicos tienen las vacunas obligatorias colocadas y que asisten a la escuela‘, dijo Bartolomé y contó que junto a la Copreti buscan crear un Observatorio de Trabajo Infantil para poder hacer estadísticas del tema.
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