¿Hay sesión o no hay sesión? - preguntó Florencia Saintout, jefa del bloque de Unidad Ciudadana.

- No hay sesión -respondió Marisol Merkel, vice de Diputados y delegada de los intendentes del PJ.

Ese micro-diálogo liquidó las chances de que los cinco clanes en que se divide el panperonismo comparta una sesión especial, aunque "simbólica" porque no le daban los números, contra los tarifazos en la Legislatura bonaerense.

El massista Eslaiman y Guillermo Kane del FIT coincidieron en la "sesión" simbólica contra el tarifazo"

El fracaso se visibilizó este jueves pero la trama del desencuentro viene de antes y tiene una matriz repetida: la resistencia mutua entre la UC kirchenrista y el Frente Renovador massista.

La UC y el FR pidieron, en paralelo, sesiones especiales. El massismo se apuró y juntó la firma de otros tres bancadas peronistas: Unidad y Renovación, que preside Julio Pereyra y expresa a la mayoría de los intendentes del PJ, Peronismo Kirchnerista (PK) que preside Rocío Giaccone y Conviccón Peronista de Alejandra Martínez.

Para el registro de anécdotas: junto a los clanes peronistas estuvo Guillermo Kane, el único diputado provincial del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT). Pero pero no estuvo el kirchnerismo bonaerense.

"No se entiende porque el FpV, con Máximo Kirchner incluido, estuvieron en la sesión en el Congreso nacional y ellos no quisieron estar en provincia", fingió sorpresa un diputado del PJ. Hubo un factor de oportunidad: coincidió con el plan oficial para cuotificar el pago de las tarifas.

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Juntos, los cuatro presentes, reúnen 24 diputados aunque no estuvieron todos. Al margen, la UC, tiene 22 con lo que podría sumar 46 más Kane, llegaba al número ideal del 47 para "sesionar".

Pero no se pusieron de acuerdo para la sesión del jueves y al final, bajaron los legisladores del massismo, los de los intendentes y los dos otros bloques chicos, junto al del FIT.

Estuvieron, entre otros, Jorge D'onofrio y Rubén Eslaiman del FR, Merkel, Lisandro Bonelli, Juan Manuel Cheppi y Federico Otermín del PJ territorial, Giaccone y Martínez, jefas de sus minibloques.

El kirchnerismo, con el argumento de que no había sesión y de que se trataba de una "puesta en escena" para "no sesionar en serio", estuvieron unos minutos y se fueron. El contingente lo encabezaron Saintout y Walter Abarca.

La foto final mostró a bloques panperonistas sesionando sin la presencia de Cambiemos y, lo más curioso, sin la tropa K. 

"El massismo armó esto para no tener que discutir en serio las leyes contra los tarifazos porque tienen un acuerdo con Vidal", disparan desde la UC que, por ahora al menos, evita pasarle la misma factura al bloque de los intendentes.

En rigor, fue Merkel, legisladora que reporta a Hugo Corvatta, alcalde de Saavedra, la que ofició de autoridad de cámara de la "sesión" no oficial que se convirtió, como se sabía de antemano, en un gesto político.

Era, de hecho, lo que se anticipaba: mostrar que los tarifazos podían conseguir lo que no consiguió ni la política ni las elecciones ni siquiera la oposición, más o menos intensa según el sector, a Cambiemos.

Pero las peleas y los celos se combinaron en una fórmula mágica para que en vez de interpelar al oficialismo, el panperonismo terminó enredado en su propia cola.

La tarde del jueves, en la Gobernación seguían con deleite los chispazos entre peronistas y lo medían como un indicio, al menos en el corto plazo, de que no hay margen para que esos espacios puedan en algún momento confluir.

"Sino se pueden poner de acuerdo para una sesión especial, que debería ser todo ganancia, menos se van a poner de acuerdo para acordar candidaturas", interpretó un dirigente de Cambiemos que conoce el modus operandi interperonista.

Quedan abiertas las heridas de los reproches cruzados para tratar de coordinar las gestiones para que, la semana que viene, cuando hay sesión ordinaria el día jueves, los bloques opositores puedan arrancarle a Cambiemos el compromiso de debatir los temas de tarifas.

Hay varios proyectos. Como la mayoría de los servicios son nacionales, el atajo es apuntar a la carga impositiva provincial: el gas tiene un tributo bonaerense de 9% y la electricidad, tema que está judicializado, otro 15,5%.

Las cargas a la electricidad están fijadas por decretos de los años 1967 y 1978, según el texto que presentó Bonelli para derogarlas.