Siete comisarios generales fueron separados de la fuerza
El Ministerio de Seguridad bonaerense que encabeza Cristian Ritondo dispuso el pase a retiro activo obligatorio de siete comisarios generales que estaban a cargo de distintas Superintendencias que conforman la cúpula de la fuerza. La novedad tuvo repercusiones tanto en el ámbito político como judicial, ya que en este momento se desarrollan investigaciones resonantes en la Policía de la provincia, vinculadas a casos de presunta corrupción.
Además el gobierno que encabeza María Eugenia Vidal resolvió designar al comisario mayor Eduardo Quintela en el cargo de Fernando Graso (Superintendencia La Plata); al comisario general Walter Iguíñez en reemplazo de Alejandro Moreno(Amba Sur); mientras que el comisario mayor Adrián Manzi será el nuevo titular de Investigaciones, área hasta ahora encabezada por Jorge Pissaco.
Según destacó la agencia NA, el comisario mayor Carlos Oscar Farfan ocupará el cargo de Rubén Cappelletti (Comunicaciones); el comisario mayor Hugo Aristu reemplazará a Liliana Sivak (Científica); y en Servicios Sociales será designado el comisario mayor Fabián Cañete en lugar de José Fabián Fernández.
Otro de los jefes policiales que pasó a retiro es Fabián Domsky (Región Atlántica), y su reemplazante será designado en los próximos días. Graso estuvo mencionado en la causa por los sobres con coimas hallados en la Jefatura Departamental La Plata y en marzo pasado tuvo que declarar ante Asuntos Internos para dar explicaciones sobre el hecho, ya que uno de esos sobres llevaba el rótulo "G" y contenía 30 mil pesos.
En lugar de este comisario general jefe fue designado Quintela, uno de los jefes de la Policía Bonaerense que presentó la declaración jurada más austera, con bienes por 184.124 pesos.
Todos los comisarios generales retirados en esta oportunidad prestaron servicios en la fuerza durante al menos 32 años, por lo que superaron la barrera estipulada de los 30 en la Policía Bonaerense.
Los ya ex jefes de la policía superan
los treinta años de servicio
"Una vez que pasas los 30 años en la Policía de la provincia de Buenos Aires se sabe que en cualquier momento le puede llegar el retiro. No hay nada extraño en la salida de estos jefes, solo que superaron esa cantidad de tiempo. Es cierto también que hay comisarios generales que siguen en actividad con más de 30 años", precisó una fuente policial consultada por NA.
Para citar solo un caso en la historia de la fuerza provincial, desde el regreso de la democracia, su estructura ha sido eje de diversas investigaciones y resonantes escándalos judiciales. Incluso dentro de los esquemas que intentaron su renovación estructural, todavía se recuerda la tarea que emprendió el ex ministro de Seguridad León Arslanián, a fines de los 90. Incursión que todavía divide las aguas en cuanto a los objetivos que se trazó el también ex juez y la resistencia de importantes jefes policiales que cuestionaron la estrategia de Arslanían para mejorar la fuerza armada que cuenta con mayor cantidad de efectivos en todo el país.
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