Ni el más pesimista de los integrantes del equipo de gobierno de María Eugenia Vidalhubiera imaginado las condiciones en las que la gestión cerrará este año, con caída libre en las encuestas de imagen entre los bonaerenses y con la certeza de que el año que viene no estarán disponibles los fondos para seguir avanzando con las obras y contener a los intendentes.
Pero, además, la proximidad del año electoral pone una cuota de incertidumbre en términos políticos porque la reelección de la gobernadora y del propio Mauricio Macri, que parecía una obviedad, entró en un túnel de turbulencias en las últimas semanas, que obliga a Vidal y a todo su equipo a mantener un fino equilibrio entre cumplir con las exigencias de la Rosada y mostrarse, por lo menos, algo diferente frente al electorado bonaerense.
En ese camino esta semana hubo versiones cruzadas sobre la posibilidad de que el Ejecutivo bonaerense aplique un recorte en el gabinete como el que ya realizó el gobierno nacional. Como suele ocurrir, la cartera de Ciencia y Tecnología, que conduce Jorge Elustondo, el único radical en el gabinete de Vidal, fue uno de las primeras sobre las que se rumoreó con un posible cambio de rango para pasar a ser Secretaría, lo que obligó al vicegobernador Daniel Salvador a brindarle garantías a su partido de que la continuidad de su ministro está garantizada, aunque dentro de la UCR reconocen que las palabras del titular del Senado no parecieron demasiado convincentes.
También el Ministerio de Trabajo y el de Salud podrían estar en la cuerda floja si se confirman los rumores sobre los recortes. Es el caso de Marcelo Villegas, porque la función en materia de negociación paritaria ya fue prácticamente absorbida por la cartera económica, y es el caso de Andrés Scarsi, quien es prácticamente un desconocido en los ámbitos sanitarios de la provincia por la falta de capacidad para dar respuesta a los reclamos del sector.
Pero hasta se llegó a rumorear que Roberto Gigante podría perder el rango de su cartera, fundamentalmente porque en los hechos su función se verá disminuida a partir de los últimos meses de este año por la parálisis de la obra pública, debido a los ajustes que está obligada a afrontar la Provincia por el acuerdo del gobierno nacional con el FMI.
Justamente este último punto es el que vincula el equilibrio económico – financiero con el político, porque la certeza de falta de recursos para los municipios llevó a Vidal a pensar en una especie de relanzamiento en su relación con los intendentes radicales, que si bien no se llegó a materializar con ese nivel de profundidad, claramente activó nuevo contactos para contener políticamente lo que no se podrá contener de forma económica.
Todo lo demás, que podríamos llamar los “anuncios” de esta semana, son apenas la repetición de medidas que ya fracasaron, pero que son las únicas que la gobernadora tiene a mano para mostrarse activa ante la crisis. En ese sentido, hasta le ordenó a su tropa legislativa que acompañara el proyecto de Emergencia de Infraestructura Escolar, casi admitiendo que la Provincia no conoce cuál es la situación de las escuelas.
Mientras tanto la oposición espera…
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