Urtubey ratificó que pagará las multas que se apliquen a las plantas que usen más combustible que el autorizado por Nación.
Hasta ayer sí tenían dudas algunos ministros, quienes se agarraron de la situación económica local y nacional cuando adelantaron que puertas adentro se continuaba analizando la posibilidad del subsidio. La idea es no detener el ritmo de producción industrial y garantizar el mantenimiento de las fuentes de trabajo.
Por una orden del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), una docena de empresas deben bajar en Salta el consumo del combustible en un 25%. Por el frío que se siente aquí y en el resto del país, en las casas se usa mucho la calefacción, demanda que la Nación compensa quitándole a los grandes consumidores varios miles de metros cúbicos por día.
Desde que el gobierno de Cristina Fernández echa mano a las multas para mantener a raya la situación, la Provincia optó por hacerse cargo de las multas que el Enargas cobró a las plantas que se excedieron del consumo autorizado. El primer año de gestión, en 2008, Urtubey tuvo que desembolsar $91 mil para saldar las cuentas con la Nación; el año pasado la factura se elevó a $478 mil.
Desde el lunes pasado son unas 300 empresas en el país las que recibieron la orden de aplicar restricciones, a pesar de que días antes el ministro de Planificación, Julio De Vido, había asegurado que a ninguna le faltaría el fluido para pasar el invierno sin obstáculos.
Los industriales
“Las restricciones energéticas están dadas y obedecen a causas estructurales. Argentina tiene pozos maduros y todos los años hay caídas. Se necesita una inversión importante en materia energética, porque cada año tenemos el mismo problema en Argentina”, opinó sobre el tema el presidente de la Unión Industrial de Salta, Daniel Chávez Díaz.
El directivo recordó que Salta producía 18 millones de metros cúbicos diarios hace siete u ocho años. Hoy produce 11 millones. “El problema hoy requiere de inversiones a largo plazo por parte del Gobierno nacional. Observemos que privilegia el consumo residencial, lo que le deja menor margen a la industria”.
Comentá la nota