Manifestantes se congregaron frente a la planta de la principal empresa embotelladora de Uruguay en una protesta liderada por organizaciones sociales, ambientalistas y vecinos. La empresa ha sido objeto de críticas debido a sus altas ganancias y ventas en medio de la crisis que enfrenta Montevideo.
Bajo el lema "defendamos el agua, defendamos nuestra vida y las que vendrán, basta de saqueo del agua", organizaciones sociales, ambientalistas y vecinos autoconvocados de Uruguay protestaron este sábado frente a la planta de la principal empresa embotelladora del país, en la ciudad de Minas, a 120 kilómetros de Montevideo.
Desde las 8 hasta pasado el mediodía, decenas de personas se congregaron frente a la compañía Salus-Danone para denunciar que la empresa "tiene permitido extraer 3,8 millones de litros de agua por día y nunca se le ha cobrado ni un solo peso por el agua", en medio de la grave crisis hídrica que enfrenta el país, específicamente su capital, por la sequía y falta de obras.
Los manifestantes aseguraron que la compañía que vende botellas de agua "este año, con la crisis hídrica, está triplicando sus ventas" y criticaron la medida del gobierno de Luis Lacalle Pou de bajar los impuestos a las compañías para que baje el precio de los bidones.
"Con la exoneración del IVA aumentan aún más sus ventas, ya que baja el precio sin afectar la ganancia de la empresa, y hace perder ingresos al Estado que luego faltarán para educación, salud o vivienda", afirmaron en un comunicado.
La crisis del agua que afecta a la capital uruguaya
Montevideo y localidades vecinas enfrentan la peor crisis hídrica de su historia, con reservas de agua dulce que rondan el 1% en el embalse Paso Severino, la fuente principal de agua potable de la capital uruguaya.
Mientras tanto, en los en los barrios populares de esa ciudad, los vecinos que no tienen acceso al agua embotellada continúan tomando de la canilla, que sale con un alto contenido de sal por provenir del Río de La Plata, por lo que deben ponerle un suero para bajarle la salinidad y exponerse a los problemas de salud que puede producir su consumo.
El viernes, en las mediciones oficiales de la calidad del agua de red de Montevideo y zonas aledañas, el gobierno reconoció que el cloruro y el sodio presentes exceden los límites permitidos, que ya habían sido antes elevados por Obras Sanitarias del Estado (OSE) ante la necesidad de extraer agua del Río de La Plata.
En las muestras, se encontró hasta 873 miligramos de cloruro por litro, cuando lo permitido tras el aumento era de 720, y en sodio se registró hasta 516 mg/l, sobrepasando los 440 aceptados.
El agua argentina que Lacalle Pou rechaza
La situación hídrica en Uruguay se agrava día a día pero el gobierno de Luis Lacalle Pou rechazó el ofrecimiento del Estado argentino, que ofreció al país hermano una planta potabilizadora móvil y personal operario para colaborar en los esfuerzos contra la crisis que atraviesan principalmente la ciudad de Montevideo y la zona Metropolitana.
Como se sabe, a través de una carta enviada a la Cancillería uruguaya, Alberto Fernández puso a disposición una planta potabilizadora móvil con una producción de 1.700 sachet de medio litro por hora, como también el desplazamiento de personal operario para desarrollar la producción.
Asimismo, se ofreció al gobierno uruguayo el envío de un buque de la Armada Argentina del tipo "Aviso", que contiene una cisterna de 300 toneladas de capacidad de agua provista por la empresa Agua y Saneamientos Argentinos (AySA).
Sin embargo, el jefe de Estado uruguayo agradeció los ofrecimientos pero comunicó oficialmente que “por el momento” no hará uso de la colaboración ofrecida por la Argentina.
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