Los integrantes del bloque obrero, Arturo Borelli y Rodrigo Tolaba, argumentaron que se necesita saber cuál es el plan concreto "frente a hechos que preocupan a la ciudadanía" sobre todo en cuánto a pavimentación y desagües pluviales de la ciudad. En este sentido hicieron alusión a la reparación del Canal de Av. Irigoyen, la pavimentación mal realizada en diversos barrios de la ciudad y la construcción del Canal de Los Manzanos.

Desde el bloque oficialista, la concejal Frida Fonseca valoró el trabajo de Hugo Sumaria como un gran funcionario y ejemplar en el desempeño del cargo. Sostuvo que corresponde previo a definir la interpelación, es convocar a una reunión de comisión elevando informe en cada problema planteado para conversar sobre los temas. Agregó que el PO descalifica al funcionario o a los funcionarios porque sí y mantienen un discurso repetitivo.

Las concejales Romina Arroyo y Ángela Di Bez, sostuvieron que la interpelación es prácticamente inviable ya que tanto Sumaria, como en su momento José Luis Gambetta -Jefe de Gabinete-, no podrían responder a la cantidad de problemáticas porque no estaban ejerciendo la gestión. Di Bez consideró que sí es necesario obtener respuestas ya que la obra pública salteña es paupérrima pero no a través de una interpelación.

El oficialista Gastón Galíndez, por su parte sostuvo que las dudas no fueron evacuadas previamente porque la comisión de Obras Públicas, presidida por Borelli, no funcionó correctamente en torno a su trabajo de obtener informes y brindarlos ante el Concejo.

Al tratarse de un proyecto que no contaba con dictamen de comisión, su tratamiento es similar al de un proyecto sobre tablas por lo que debía ser aprobado por el dos tercio de los concejales presentes. Al no conseguirse tal mayoría agravada, el proyecto resultó rechazado.