CFK entregaría el control total de la lapicera en los municipios que gobierna el oficialismo y en las listas seccionales. A cambio, retendría para sí los armados en los distritos donde gobierna la oposición. Los tres lugares que pidió en la lista de Diputados nacionales.
La propuesta circula con total hermetismo en los búnkeres de los intendentes y es mirada con interés por todas las tribus del peronismo. Lleva la firma de Cristina Kirchner y contiene el escenario para Diputados nacionales, las secciones y los distritos bonaerenses, aunque mantiene un manto de bruma sobre los candidatos a Senadores nacionales, un escaño que CFK podría reservarse para sí.
Según confiaron a INFOCIELO fuentes en extremo confiables, los intendentes analizaron la propuesta, oída en los quinchos porteños que se sucedieron en las últimas semanas, y dieron su respuesta con un gesto: la monolítica asistencia a la convocatoria contra el 2x1 de la Corte.
Generosa, Cristina les entrega las lapiceras de las secciones y de sus distritos a los intendentes. A cambio, se reserva todo el armado en territorios donde gobierna la oposición. Si se considera el universo total, el FpV acapara hoy entre 50 y 55 municipios, sobre un total de 135. Eso deja unas 80 batallas a la generala y a su tropa, aunque se espera que haya espacio para negociar con los referentes “sin tierra”.
La noticia no debería caer del todo bien en la tropa randazzista, que centró su acción en los dirigentes “sin tierra”, que, resentidos, abrevan en ese espacio buscando una revancha contra el kirchnerismo. Aunque hay dudas en torno a los verdaderos motivos del exministro, que serán abordados más adelante.
A nivel seccional, el armado dependerá exclusivamente de los intendentes. En la Cámara de Diputados, del bloque kirchnerista sólo deben renovar Marcelo Torres, Aníbal Regueiro, Karina Nazábal, Juan José Mussi, Marisol Merquel y Gabriel Godoy. En el Senado, esos nombres son los de Gervasio Bozzano, Mónica Macha. La mayoría de esos nombres tiene cómo sobrevivir el invierno.
En cuanto a los Diputados nacionales, y siempre según fuentes consultadas por este portal, Cristina habría pedido únicamente por tres nombres: el actual jefe del bloque kirchnerista, Héctor Recalde, y las diputadas Teresa García y Juliana Di Tullio.
Los cálculos de la expresidenta, afirmados sobre algunas encuestas que circularon sobre la mesa, es que con una unidad bien lograda se puede alcanzar el 45 por ciento de los votos. A priori, parece una quimera: en el mejor de los casos, las encuestas que se han hecho públicas le atribuyen hasta 36 por ciento de intención de voto hoy.
Más allá de la estrategia sobre las listas, hubo un diagnóstico de Cristina en cuanto a cuál debería ser el rumbo a tomar por todo el FpV. La bajada de línea apuntó a “la máxima amplitud”, que fue decodificada por un lado como un pedido para respetar a los sectores kirchneristas más refractarios al PJ, como Nuevo Encuentro, y por el otro a darle la bienvenida a viejos peronistas que podrían regresar.
El nombre de Felipe Solá, a quien le atribuyen una trayectoria pendular entre Randazzo y Cristina, y el de Alberto Fernández, que asoma como jefe de la campaña del hombre de Chivilcoy, son dos de los que encajan en ese esquema. Y si se habla de encajar, un último dato ya provoca murmuros entre intendentes y legisladores: la complementariedad de las estrategias de Cristina –que aboga por unidad y amplitud- y de Randazzo –que contiene posibles fugas-, ¿conduce a un abrazo final? EGM
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