El jefe del bloque de concejales Juntos por Quilmes, Ángel García, informó que aún no han recibido comentarios del oficialismo sobre el proyecto de los exhortos a las construcciones irregulares. Su bloque impulsa una multa de entre 1500 y 2000 por ciento de recargo sobre los derechos de contracción.
Dicho recargo sería aplicado a las viviendas multifamiliares y barrios cerrados, aunque aún están en duda para aplicarlo a los comercios, ya que "sería un golpe duro. No tienen la misma ganancia que la venta de un departamento", explicó el concejal.
Por su parte, la multa para las viviendas familiares no se va a tocar y permanecerá en el 80 por ciento, incluso podrían llegar a bajarla.
"Veremos cuál es el grado de adhesión cuando salga la ordenanza, pero el camino es ese: Legalizar a quienes estén irregular y poner fuertes multas, que son muy importantes junto con el control. Teniendo en cuenta las multas que se aplican desde la época de Sergio Villordo, en la que iniciar una obra sin planos tenía una penalización de 500 mil pesos y la construcción con destino diferente de vivienda de más de 100 metros cuadrados en exceso otra de 2 millones y medio de pesos, invertir en inspectores sería beneficioso para el Municipio", afirmó el edil.
En este sentido, teniendo en cuenta que se habla de un recargo en los derechos de construcción que rondaría los 200 mil pesos, sería barato regularizarse y estar al día.
"Luego quedaría formar un buen cuerpo de inspectores y jueces de faltas que cobren las multas correspondientes", analizó el representante del bloque Juntos por Quilmes.
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