Mientras tanto, se reforzaron los controles de seguridad en el casco céntrico y en el perímetro de los diversos hipermercados y grandes negocios del casco céntrico y de barrios aledaños.

En el casco céntrico, cerca de las 18:00 los comercios comenzaron a cerrar sus puertas apenas conocido el rumor de que desde el barrio Mariano Moreno bajaban columnas de sujetos en motovehículos, lo cual hizo que se reforzara la presencia policial y de efectivos de Gendarmería Nacional.

Sobre calle Belgrano y Lavalle, para citar algunas arterias, se pudo observar a los propietarios y empleados custodiar los negocios, algunos provistos con garrotes, palos de beisbol, y hasta palos de hockey. Y en otros, decidieron arrojar frente a sus comercios, aceite y vidrio roto, como estrategia de defensa.

Posteriormente fue cerrado al tránsito la calle Lavalle a partir del puente que lleva su mismo nombre, luego de que en la esquina con calle San Martín los trabajadores decidieran cortarla debido a la gran cantidad de peatones, automovilistas y motociclistas que transitaban sobre la misma.

En tanto que en la zona de la Terminal, también se observó un inusitado movimiento de personas, lo cual fue asentido por comerciantes de calle Dorrego, quienes se mostraban sorprendido por dicho tránsito. Allí también, cerraron las persianas, custodiaron los locales con garrotes, barras de hierro, hasta con palos de escoba, y hasta con perros; todo con el fin de evitar que se acerquen los saqueadores que como dijimos, iban a provenir desde los barrios Moreno y colindantes. Aunque la presencia policial no se centraba en esos sectores, ya que también se redoblaron números sobre Avenida -almirante Brown, dado los barrios periféricos cercanos al Río Grande, y en Coronel Arias donde existen dos supermercados, uno de los cuales ya había sido saqueado el lunes.

EN SAN PEDRO

Mientras que en la ciudad de San Pedro de Jujuy, anoche nuevamente hubo intento de saqueo en algunos comercios, eligiendo otra vez Chango Más, Cetrogar, y una distribuidora láctea. El propósito de los pillos fue repelido por los propietarios y empleados, y luego perseguidos por personal policial. Al cierre de esta edición se desconocía si hubo detenciones.

Mientras tanto, horas antes hubo una jornada de oración en la plaza central, con la presencia del intendente Julio Moisés, quien exhortó a la comunidad a que ‘no caiga en un estado de psicosis’, les pidió que ‘no salga de sus viviendas’. Ello porque la gente cuando observa que hay algún grupo de 5 o 8 personas, ya piensa que son saqueadores, de allí que les pidió que se actúe con serenidad.