Ante el paro de los choferes del Grupo 7, desde Seguridad indicaron que habrá controles de pasajeros y policías camuflados.
Desde la noche del miércoles, los choferes del Grupo 7 que une Carrodilla con el Centro decidieron paralizar el servicio por las reiteradas agresiones y asaltos y en reclamo de mayor seguridad. Por ello, desde el ministerio de Seguridad acordaron que las unidades de esa línea de colectivos vayan acompañadas por policías vestidos de civil y que, prometieron, sería extensivo a otras empresas de transporte.
Según informó el comisario general Humberto Neila, jefe de la Distrital Nº 1, "vamos a implementar un mayor control, tanto esporádico como sorpresivo, con el objetivo de controlar al pasajero y no al chofer".
Sin embargo, el jefe distrital advirtió que no hay personal para poner un oficial en cada colectivo.
"La realidad marca que no es posible, pero el Ministerio da la garantía de que estas medidas van a permanecer en el tiempo", sentenció Neila.
Por lo tanto, en los puntos de control se realizará un control de los pasajeros y de su documentación, como se realiza en la actualidad. Los policías solicitarán por CEO si alguna persona chequeada tiene medidas pendientes con la Justicia y, de ser así, se los trasladará según las normas legales.
Además, el comisario detalló que la mesa de trabajo que se conformó para ocuparse de la efectividad del estos chequeos, estará integrada por gente del gremio, los delegados sindicales de las empresas y gente del Ministerio y personal policial, junto con jefes departamentales y distritales.
"Vamos a realizar esta tarea en todas las líneas y en las zonas que los delegados nos señalen como críticas", agregó Neila. Por el momento, dichas zonas no están definidas, pero el comisario aseguró que los choferes participarán en la mesa de trabajo para que informen los lugares donde tengan problemas y consideren críticos, "donde pondremos mayor atención y cantidad de operativos".
Trabajar con miedo
El titular del Sindicato del Personal de Micros y Ómnibus (Sipemon) Rodolfo Calcagni, resumió el panorama que viven los choferes víctimas de la inseguridad: "Si te ponen un arma en la cabeza ¿no trabajarían con miedo?". Así, el gremialista señaló que la problemática va más allá de la cantidad de policías que registren las unidades de transporte.
"El sindicato no puede dar seguridad, y el Ministerio tampoco, porque acá lo que falta es el apoyo de jueces y fiscales, que son los que dejan libres a los agresores", sentenció Calcagni. El titular de Sipemon puso énfasis también en que el asunto no afecta sólo a los choferes sino a toda la sociedad, porque los pasajeros también son asaltados.
"No es un problema de la Policía, es social: los choferes no llevan dinero, ahora también les pedimos que no lleven ni celulares, pero aún así en el año hemos tenido más de 400 asaltos a colectivos", detalló el sindicalista. De hecho, afirmó comprender que no se pueda contar con un oficial en cada unidad, por lo que durante la reunión concentró el pedido en mayor control y más puestos de vigilancia.
"Si yo tuviera que tomar una medida para que el problema se solucione, paro toda la provincia, no tengo ningún problema, pero ¿quién garantiza que mañana esa seguridad sea real? El sindicato no puede, la Policía ni el ministerio puede, porque sin la pata faltante de los jueces y fiscales vamos a seguir en lo mismo", sentenció
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