Miguel Lifschitz y Margarita Stolbizer buscan armar una coalición que supere la grieta. Pero no quieren ser absorbidos por el peronismo.
El progresismo se pone en marcha. El gobernador socialista, Miguel Lifschitz, y la líder del GEN, Margarita Stolbizer, encabezaron una reunión partidaria en la que confirmaron que su espacio dará pelea en las elecciones nacionales. Si bien no descartan confluir con Alternativa Federal, insisten en que no quieren sumarse a una "interna peronista" y bregan para que el armado sea una “coalición” multicolor.
El encuentro tuvo lugar en el Hotel De La Cité, en Rosario. Estuvieron dirigentes del Socialismo, del GEN y de Libres del Sur. Entre ellos, el futuro candidato a la gobernación santafesina, Antonio Bonfatti, y el legislador porteño, Sergio Abrevaya. Ya fijaron un próximo encuentro para el 26 de febrero en Capital con dirigentes y referentes de la sociedad civil.
“Ha llegado la hora a la Argentina del encuentro y la construcción colectiva entre quienes compartimos la agenda progresista y popular”, lanzó Lifschitz, para quien la idea es planificar el trabajo en común de las tres fuerzas “para consolidar un proyecto progresista nacional y también para ser parte de la construcción de una alternativa amplia".
En las últimas semanas, Lifschitz mantuvo encuentros con el presidente de San Lorenzo, Matías Lammens; el ex vicepresidente, Carlos "Chacho" Alvarez; el radical Ricardo Alfonsín, el presidente de Libres del Sur, Humberto Tumini, el ex presidente Eduardo Duhalde, la diputada Victoria Donda y el economista Roberto Lavagna, por quien había manfiestado cierta preferencia.
En el progresismo son conscientes de que solos no les alcanza para competir y están convencidos de que el próximo gobierno debe ser de coalición porque necesitará de acuerdos políticos y consensos para superar la crisis. "Si gana Macri o Cristina, cualquiera de los dos va a tener un nivel de desaprobación del 70% al asumir", advierten.
Si bien mantienen diálogo fluido con los principales referentes de Alternativa Federal -Stolbizer fue socia de Sergio Massa en las últimas elecciones y Lifschitz conversa con sus pares del PJ- se niegan a sumarse a ese espacio tal como está planteado ahora porque lo consideran una "interna entre peronistas".
"Mantenemos el diálogo y lo vamos a seguir manteniendo. Después veremos si cuando llega el momento esto coaliciona o no coaliciona. Por el momento somos proyectos con identidades distintas", clarificó Stolbizer, quien envió un saludo de fecilitación al lanzamiento de Alternativa Federal en Mar del Plata.
En esa línea se mantiene Lifschitz. "Primero hay que discutir un proyecto de país y después veremos quiénes son los que llevan esos estandartes", agregó el mandatario que pide "generosidad" a los dirigentes: "No podemos ser todos presidente”.
Sin embargo, en el progresismo también reconocen que la integración se termina reflejando en las "candidaturas multicolor".
Desde mediados del año pasado que Lifschitz y Stolbizer empezaron a armar un polo progresista con alcance nacional. Alfonsín -el radical más crítico de Cambiemos- también participa con interés pero no está dispuesto a abrirse de la UCR. En todo caso, junto a la vieja guardia del partido intentarán torcer la política de alianzas en el próximo Congreso partidario. De todas maneras, en el progresismo confían en que segundas líneas del radicalismo, desencantados con Cambiemos, podrían sumarse.
El futuro de Martín Lousteau también es otro factor que los progresistas observan con cautela. Hasta ahora, el diputado no define si será candidato dentro de Cambiemos. Si confirma que juega por afuera, cambiaría el panorama.
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