El cristinismo y el axelismo exponen sus posiciones en apariencia irreductibles. Las versiones de una reunión reservada. Las definiciones que brindan los protagonistas.
Por: Martín Piqué.
El kirchnerismo y el peronismo de la provincia de Buenos Aires tienen tres días para negociar al máximo nivel. Esta es la certeza compartida por los dos espacios que protagonizan una pulseada que definirá el rumbo de la oposición. La cuenta regresiva terminará el martes a las 17. Para esa jornada está convocada una sesión especial de la Cámara de Diputados bonaerense. Allí podría obtener media sanción una ley que suspenda las PASO y que establezca que los legisladores y concejales de la PBA se elijan de modo “concurrente”, el mismo día que los cargos nacionales.
Si eso ocurriera (aunque restaría el debate en el Senado) la puja interna ingresaría en otra pantalla de videojuego. Un escenario inédito, con impacto institucional: el bloque oficialista estaría votando un proyecto totalmente opuesto a lo solicitado en público y en varias oportunidades por el gobernador del mismo partido. Un proyecto que, por si fuera poco, desde la gobernación consideran inconstitucional.
El clima de tensión es obvio y creciente. Más allá de los detalles electorales, está en juego el liderazgo de la principal fuerza opositora. En su último discurso, pronunciado en el plenario de Somos Barrios de Pie, Axel Kicillof ratificó su deseo de que se vote “en dos días distintos”. Por el contrario, la presidenta del PJ nacional, Cristina Fernández de Kirchner, manifestó durante una cumbre partidaria en el partido de Moreno que las elecciones provinciales deben ser “concurrentes” con las nacionales.
De concretarse la segunda opción, el domingo 26 de octubre coexistirían dos formas de votar: la boleta única de papel (BUP) aprobada a nivel nacional por el Congreso y la boleta partidaria tradicional (sábana) vigente en Buenos Aires.
Pero todavía queda una negociación de último momento. Esa posibilidad, de todos modos, parece condicionada a que los actores centrales de la trama vuelvan a verse las caras. Hace 15 días, en la previa del 24 de marzo, Kicillof recibió en La Plata al diputado Máximo Kirchner y al excandidato Sergio Massa. El encuentro se concretó en secreto. Trascendió recién al día siguiente, cuando ya había terminado la marcha en repudio al golpe de 1976.
En las últimas horas comenzó a hablarse de una instancia similar a la del domingo 23 de marzo, tanto en uno como en otro campamento. No se descarta que este domingo pueda darse algo parecido. Sin embargo, en los últimos días la tirantez entre las partes se profundizó, hasta ingresó en el terreno del debate constitucional. ¿Se viene la judicialización de la interna?
El nuevo capítulo jurídico tuvo su momento cumbre hace diez días, cuando la senadora bonaerense Teresa García presentó en la Legislatura un proyecto de ley que suspende las PASO y hace coincidir las elecciones provinciales con las nacionales. Entre los allegados al gobernador la iniciativa fue leída como una provocación y un desafío: “Rompieron todo”, fue la primera reacción que hicieron circular. El proyecto de ley que se tratará este martes en Diputados va en la misma línea. Y el debate viene in crescendo.
El clima de beligerancia sumó otro ingrediente con una declaración reciente que la propia García hizo a la radio Futuröck. Allí la legisladora insistió en que CFK no descarta postularse como primera candidata a diputada provincial por la tercera sección, sur del conurbano.
“Si (el gobernador) está advertido que si hay desdoblamiento Cristina será candidata, listo, me parece que lo que hay que hacer es reiniciar con sensatez las conversaciones”, dijo. En la gobernación tomaron esa frase como algo parecido a un ultimátum.
En diálogo con Tiempo, la senadora García -dirigente de San Isidro, muy cercana a CFK, con experiencia en temas electorales- aseguró que ella lo que quiere “es la unidad”. Además planteó que frente al panorama que atraviesan el PJ y el kirchnerismo “habrá que ver qué es lo que pasa de aquí al martes”.
En cuanto a sus dichos dirigidos al gobernador negó que pudieran ser leídos como una intimidación. “Yo nunca uso la palabra ‘notificado’ porque la asocio al Proceso”, señaló. Y remarcó: “Yo a Axel lo respeto mucho porque es el gobernador de la provincia. Veo el esfuerzo que hace para gobernar en el gobierno de Milei”.
Sin embargo, al concentrarse en lo electoral, la legisladora ratificó sus cuestionamientos a la postura del ‘axelismo’. En ese punto, García insistió en que el artículo 83 de la Constitución provincial otorga a la Legislatura, en tanto poder público que dicta las leyes, la facultad para fijar la fecha del llamado a las urnas.
Ese apartado de la Carta Magna dice, textualmente: “Las elecciones para diputados y senadores tendrán lugar cada dos años, en la fecha que la ley establezca”.
Para García, el artículo 83 es concluyente y no entra en contradicción con lo establecido por otro artículo, el 144. Tal apartado enumera las atribuciones del gobernador. Y en el inciso 7 sostiene que una de sus facultades es “convocar al pueblo de la provincia a todas las elecciones en la oportunidad debida, sin que por ningún motivo pueda diferirlas”.
“Así que si hay entendidos en Derecho Electoral entenderán que la Constitución es clara en este sentido. Si el gobernador decide que también está en sus atribuciones establecer un decreto para poner una fecha, bueno, lo hará. Lo que pasa es que no lo dice la Constitución”, añadió García.
Los postulados de la senadora García están en las antípodas de lo que sostienen en la Gobernación. De hecho, el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, salió en varias oportunidades a cruzar esos argumentos. El contrapunto entre García y “Carli” Bianco escaló bastante en los medios, con réplicas y contrarréplicas. “Me banqué que el ministro de Gobierno dijera que el proyecto era un mamarracho. No le contesté hasta que dijo que es inconstitucional. Yo soy una legisladora de muchos años y no puedo permitir que digan una cosa que no es cierta”, afirmó García ante este diario.
Bianco tampoco se quedó quieto. Vecino de Quilmes, licenciado en Comercio Internacional con estudios en Desarrollo Económico, el principal colaborador de Kicillof consultó a varios especialistas en Derecho Constitucional de la provincia.
Según lo que trasciende desde La Plata, la respuesta de los constitucionalistas avaló la tesis del mandatario provincial. “La fecha (de los comicios) la define siempre el gobernador. Es su atribución. El artículo 144, inciso 7, dice que convoca al pueblo bonaerense a las elecciones. Es decir, debe decir ‘las elecciones van a ser tal día’. Así que esto es una situación muy compleja porque desde nuestra fuerza política no están queriendo respetar las atribuciones constitucionales del gobernador”, advirtió Bianco en diálogo con Tiempo.
Para el funcionario provincial, el conflicto por el llamado a elecciones y la puja entre desdoblamiento o comicios concurrentes llegó a un punto de difícil resolución. “Están todas las pelotitas en el aire, pero es una situación muy compleja”, describió. Se sabe que más allá de lo legal hay un trasfondo más profundo: cuestiones vinculadas a la autoridad y el liderazgo.
En relación al debate sobre las facultades constitucionales, los especialistas saldrán a buscar un antecedente que podría resultar clave: el procedimiento que llevó a cabo el entonces gobernador bonaerense Eduardo Duhalde para realizar el plebiscito del 2 de octubre de 1994, que refrendó por el voto popular la reelección del mandatario provincial.
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