Las inversiones en soja, maíz, trigo y poroto quedarán con saldos negativos. Los arriendos están por desaparecer y muchos campos se pusieron en venta.
Productores salteños de soja, maíz, trigo y poroto cerrarán la presente campaña con un rojo de más de $1.000 millones en sus bolsillos, por la caída del precio internacional de los cereales y legumbres, una elevada presión fiscal y la alta incidencia de los fletes. El sector está ahogado, además, por endeudamientos con altas tasas, el aumento de costos internos por la inflación y el atraso cambiario del dólar.
La nula rentabilidad produce deserciones en diferentes áreas agrícolas, con la consecuente caída del empleo rural y las actividades económicas relacionadas. Este año quedaron sin sembrarse unas 30.000 hectáreas en la provincia, según informó la Asociación de Productores de Granos del Norte (Prograno) a El Tribuno.
No son pocos los productores que pusieron en venta sus campos y siguen sin encontrar compradores dispuestos a invertir ante el oscuro e incierto panorama de la agricultura en el norte del país. La Sociedad Rural de Salta relevó solo en Anta 15 fincas, de entre 3.000 y 15.000 hectáreas, que fueron puestas en venta.
Por los mismos motivos, a esta altura del año, prácticamente no se cerraron arrendamientos y algunos ceden sus campos, sin renta alguna, solo para que los arrendatarios los mantengan libres de malezas y ocupen la mano de obra que está en danza.
Todo ocurre en un año con excelentes cosechas por condiciones climáticas favorables, aunque los resultados económicos son, en todos los casos, negativos. Toda una paradoja.
Números en rojo
Los costos de siembra, cosecha y comercialización superan ampliamente en Salta los márgenes que quedan al vender los cereales y legumbres. Prograno aseguró que las pérdidas de la presente campaña para productores con campos propios promediarán en $652 por cada hectárea sembrada con soja; $2.079 con maíz; y $572 con trigo. Para campos arrendados, los saldos negativos se estiman en $ 1.383, $ 2.507 y $ 694, respectivamente.
Carlos Segón FEDERSAL "Los últimos 4 años fueron de crisis, pero este es de bancarrota. Urtubey no nos recibe desde hace dos años".
La producción de poroto es igual de sombría: se prevén pérdidas de $990 por hectárea en campos propios.
Según datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, fueron sembradas en la provincia 400.470 hectáreas de soja; 169.220 de maíz; 70.660 de trigo; y 370.425 de poroto (Salta produce más del 70% de este cultivo del total del país).
En resumen, para los productores salteños la actual campaña representará pérdidas de $261 millones con la soja; $351 millones con el maíz; $366 millones con el poroto; y $40 millones con el trigo.
Reclamo de productores
Ante la situación de quebranto del campo, representantes de la mayoría de las instituciones rurales salteñas mantuvieron una asamblea el 6 de junio pasado en la rotonda de Torzalito, en General Gemes. Reclamaron una mejora en la competitividad de la producciones de granos, reestructuración de las deudas bancarias que mantienen los productores y la eliminación de los derechos de exportación a las economías regionales. Exigieron, además, la liberación de los Registros de Operaciones de Exportación (ROE) para países limítrofes y que el Gobierno provincial traslade los pedidos del agro salteño ante la Nación.
Plantean que si se eliminan las retenciones para el agro del norte del país, la producción de soja obtendría márgenes de ganancias positivos. Esto permitiría al productor mantener un esquema de rotación, para la sustentabilidad de las tierras, con la siembra de maíz, cultivo que aún sin retenciones continuaría generando pérdidas por su bajo precio internacional. El costo de esta medida para el Estado rondaría los $1.920 millones, según calcularon.
Desde el Ejecutivo provincial, a todo esto, avanzaron en la eliminación del impuesto provincial a la "mera compra", que se llevaba el 1,8% de las ganancias de los productores. Gestionan, además, el aumento de cupos de ROE.
En la Cámara de Diputados también advirtieron la crisis del campo salteño y los legisladores trabajan en un proyecto de ley que presentó el oficialismo para otorgar exenciones fiscales al sector primario agropecuario.
En medio del complicado escenario ya hubo cortocircuitos en las entidades rurales porque algunos dirigentes consideran que sus pares actúan con tibieza ante el precario estado de muchos productores.
Alarma en la dirigencia
Ignacio Lupión TITULAR SOCIEDAD RURAL "Lo que más preocupa es la falta de actividad económica. Hay complicaciones en la cadena de pagos y no sabemos cómo vamos a hacer para sembrar en la campaña que viene"
Natalio Iglesias ASOC. LEGUMBRES DEL NOA "Si sigue esta política agropecuaria va a caer el 60% de los productores", dijo. Y agregó que se quedaron sin poder sembrar productores chicos con campos de hasta 100 hectáreas.
Lisandro de los Ríos GERENTE PROGRANO "Nuestros gobernantes deben entender y aceptar que, al menos en el NOA, es indispensable que la soja sea rentable para que los otros cultivos regionales también lo sean".
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