Lo dijo el titular de la UIA, Héctor Méndez, al referirse al PBI industrial per cápita. Estimó que este año caerá 4,5% por debajo del nivel de 2011. Y que las exportaciones bajaron 16%.
Pocas veces un cóctel de la UIA fue tan concurrido como el de ayer. A tal punto, que el catering resultó escaso. Eran las 12 y Claudio Cesario (ABA, bancos extranjeros), llegaba con evidente preocupación por el desplazamiento del presidente del HSBC decidido por el Gobierno (ver página 32). Muchos se le acercaban con palmaditas y le decían, “ya se van”, en obvia alusión a la administración de Cristina. Pero esa frase quedó en el vacío una hora más tarde cuando aparecieron rodeados por guardaespaldas Daniel Scioli y Aníbal Fernández.
Se abrían paso junto a ministros actuales (Axel Kicillof, Débora Giorgi y Cristian Breitenstein) y posibles ministros futuros (Miguel Bein). Subieron al escenario para escoltar a Héctor Méndez quien, sin levantar la voz, planteó una agenda de temas que al enumerarlos se traducían en una dura crítica al Gobierno.
El presidente de la UIA, en un discurso que había sido previamente consensuado y que leyó, dijo que estamos, en materia de PBI industrial per cápita, en el mismo nivel de 1974. Un retroceso de 40 años. Y pidió, de cara al próximo presidente, “revisar la estructura impositiva, mejorar la infraestructura, asegurar el abastecimiento de energía, apuntalar la exportación de valor agregado, administrar inteligentemente el comercio, dar respuesta a las problemáticas de las economías regionales y promover el acceso al financiamiento”. De paso, resaltó: “El nivel de producción industrial para este año estará 4,5% debajo de 2011. Las exportaciones del primer semestre de 2015 fueron 16% menores que hace 4 años”.
Méndez comparaba con 2011 y al final de su discurso concedió: “Para poder comprender cabalmente ni en 2011 vivíamos en una panacea ni en la actualidad estamos al borde del precipicio”.
La sorpresa fue mayúscula cuando el propio Méndez le insinuó a Scioli si quería hacer uso de la palabra. El presidenciable le susurró, “no vinimos a contestarte”. Y la comitiva oficial, a la que se sumó Alejandro Vanoli (Banco Central), se retiró veloz.
El cóctel de la UIA había sido programado para diferenciarse del acto que por la noche organizó el gobierno en Tecnópolis. Pero con la ausencia de Mauricio Macri, ayer en Entre Ríos y Sergio Massa que asistió a la UIA el martes, Daniel Scioli se convirtió en el único presidenciable presente. Al llegar declaró a los periodistas: “Convocó a empresarios y productores a participar de “la próxima etapa” del proyecto político y económico del gobierno. Este es el proyecto del gran desarrollo argentino”, insistió.
En lo que muchos leyeron como un anticipo de quien puede ser su ministro de Economía, si es elegido, el bonaerense asistió acompañado por Miguel Bein y el ministro Cristian Breintenstein. “Habrá más industria, más ciencia y tecnología, más competitividad”, prometió Scioli.
Durante el acto, dirigentes de la oposición como Felipe Solá, tuvieron que conformarse con no subir al estrado. Lo acompañaban directivos de la UIA como su par de militancia política José de Mendiguren, Luis Betnaza (Techint) y Gabriel Romero (Emepa).
Cerca del escenario se habían ubicado dirigentes de varias cámaras: Jorge Brito (bancos nacionales), Jaime Campos (AEA), Carlos de la Vega (Comercio), Miguel Blanco ( Foro Empresario), Luis Etchevehere ( Sociedad Rural), Diego Videla y Carlos Spadone (Cámara China).
“La industria está mal”, repetía el histórico Samuel Kait y Carolina Castro (Autopartes Guidi y de la UIA joven) remarcaba la falta de financiación. Asentían las economistas Marina dal Poggetto y Beatriz Nofal.
Hubo asistencia de diplomáticos como Teresa Castaldo ( Italia) y Kristen Pisani (EE.UU.). Y no pasó inadvertido un hermano de Miguel Galuccio. Recibía inquietudes para ser transmitidas al CEO de YPF. Le preguntaban si es viable Vaca Muerta con un petróleo de US$ 40 el barril. Prometió responder.
Cuando en la planta baja aún continuaban intercambiando opiniones decenas de empresarios, en el segundo piso de la sede de la UIA un almuerzo congregó a su actual cúpula directiva y a su futuro presidente, Adrián Kaufmann, del grupo Arcor, para un encuentro a solas con el ministro Kicillof.
Estuvieron una hora y sólo trascendió un clima cordial que algunos atribuyeron a la presencia del obispo Carlos Accaputo, considerado delegado del Papa Francisco y que llegó escoltado por José Urtubey (Celulosa).
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