Procesan a Schillaci y a los Lanatta por la fuga de General Alvear

Un fical pidió que les dicten la prisión preventiva por balear a los policías

 

Los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci sumaron un nuevo procesamiento en su contra. Ayer, el juez de Garantías de Azul, Federico Berbarena, les dictó la prisión preventiva por la fuga del penal de máxima seguridad de General Alvear el 27 de diciembre pasado. Por la denominada triple fuga ya fueron procesados uno de los jefes de servicio de la cárcel; Franco Schillaci, hermano de uno de los internos evadidos y Marcelo Alejandro Melnyk. Además, la fiscalía analiza la participación de otros dos oficiales penitenciarios en la triple fuga.

En ese expediente también fue procesada con prisión preventiva Elvira Martínez, la ex suegra de Cristian Lanatta. La mujer fue acusada de supuesto encubrimiento agravado debido a que se comprobó que días antes de la fuga compró el utilitario Renault Kangoo patente NCD 960 que fue secuestrado el 7 de enero en un rancho de la localidad santafecina de San Carlos, donde los prófugos se habían refugiado.

Al dictar el procesamiento de la ex suegra de Cristian Lanatta, tanto el juez como el fiscal consideraron que el 31 de diciembre pasado, cuando el acusado visitó a la madre de su ex esposa, no hubo ningún robo, tal como había dicho la mujer en su denuncia inicial.

Para el abogado Esteban Gutiérrez, quien representa a Martínez, su defendida no tuvo ninguna participación en la fuga de su ex yerno. "Fue una casualidad del destino" que Martínez adquiriera la Kangoo pocos días antes de la fuga, argumentó. Ella le explicó al fiscal que le entregó la camioneta a su ex yerno bajo presión, debido a que amenazaba con que mataría a la hija", expresó el letrado en declaraciones a la agencia Télam.

Schillaci y los hermanos Lanatta estaban alojados en el penal de General Alvear debido a que cumplían una condena a prisión perpetua porque un tribunal oral de Mercedes los consideró autores materiales de los asesinatos de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, cuyos cuerpos fueron hallados en agosto de 2008 en un zanjón de General Rodríguez.

En tanto en Azul los tres condenados por el triple homicidio de la efedrinasumaban un nuevo procesamiento en su contra, en los tribunales de La Plata, el juez de Garantías, César Melazzo, comenzó a analizar el pedido de prisión preventiva y procesamiento contra los Lanatta y Víctor Schillaci, presentado por el fiscal de Brandsen, Mariano Sibuet. El representante del Ministerio Público los consideró presuntos responsables de intentar matar y provocar lesiones graves a los dos policías bonaerenses que realizaban un control vehicular, en la localidad de Ranchos.

El magistrado podría definir la semana próxima si convalida las pruebas aportadas y que sirvieron para fundar la presunción que indicó que los Lanatta y Víctor Schillaci habrían disparado e hirieron a los policías Angélica Lucrecia Yudati, de 33 años y Fernando Pengsawat, de 23.

Las pruebas

Según fuentes judiciales, el fiscal Sibuet avaló las sospechas contra los imputados a partir de las declaraciones de los policías heridos, quienes habrían identificado a los prófugos como los agresores y un estudio de ADN que concluyó que el perfil genético de los restos orgánicos hallados en los anteojos encontrados a un costado de la ruta, correspondía a Cristian Lanatta.

Otra de las pruebas que tuvo en cuenta el representante del Ministerio Público fue el análisis de las grabaciones de las cámaras de seguridad que indicaron que la camioneta Ford Ranger negra en la que se movilizaron los agresores coincidiría con el vehículo que les habría entregado el dueño de un complejo de cabañas de Chascomús.

Raúl Lorenzetti, de 56 años, fue procesado con prisión preventiva en el mismo caso porque supuestamente habría entregado dicha camioneta a los tres prófugos. Según consideró el fiscal, Lorenzetti habría actuado como partícipe necesario en el ataque contra los policías por haber aportado la camioneta a los tres agresores con la que llegaron hasta el lugar donde balearon a los uniformados.

La fuga de los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci comenzó el 27 de diciembre pasado a la 1.45, cuando los tres condenados redujeron al oficial penitenciario que los custodiaba y que había ingresado en el pabellón de sanidad con el manojo de llaves de todas las puertas del sector, violando todos los protocolos de seguridad.

Durante la investigación se determinó que en los últimos seis meses hubo una sola requisa en los calabozos donde estaban alojados los tres condenados, quienes fueron recapturados en Santa Fe el 10 de enero pasado.

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