Remplazó a la jefa de Estado, de viaje en Paraguay, el mismo día en que sufrió un nuevo revés judicial ya que el juez federal Luis Rodríguez desestimó la denuncia por falso testimonio que el vicepresidente había presentado contra el empresario Nicolás Ciccone y su yerno Guillermo Reinwick.
El vicepresidente Amado Boudou, con dos procesamientos sobre sus espaldas, quedó hoy nuevamente a cargo del Poder Ejecutivo por segunda vez en menos de un mes por ausencia de la mandataria, Cristina Fernández, que viajó a Paraguay.
Boudou reemplazó a la jefa del Estado el mismo día en que sufrió un nuevo revés judicial ya que el juez federal Luis Rodríguez desestimó la denuncia por falso testimonio que el vicepresidente había presentado contra el empresario Nicolás Ciccone y su yerno Guillermo Reinwick.
A fines de julio, y cuando ya estaba procesado en la causa Ciccone, el vice había quedado también a cargo del Ejecutivo por el viaje de Cristina Fernández a Venezuela para la Cumbre de Mercosur que, tal como ocurrirá en esta oportunidad, será sólo por menos de un día.
En efecto, la mandataria pasará la noche en Asunción del Paraguay, mañana se reunirá con su par local, Horacio Cartes, ambos encabezarán luego la ceremonia formal de restitución a ese país de los muebles de Francisco Solano López, firmarán acuerdos bilaterales y retornará a Buenos Aires en las últimas horas de la tarde.
El vicepresidente retornó hoy mismo desde México, adonde había viajado el sábado pasado sin legisladores de la oposición que se negaron a acompañarlo, para un encuentro con parlamentarios en el Distrito Federal. De esta manera, por unas horas, la Argentina estará a cargo de un presidente dos veces procesado.
La última aparición pública de Boudou fue el miércoles pasado cuando, por orden de la jefa del Estado, presidió la sesión del Senado donde expuso el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
En esa oportunidad, disconforme con esa actitud, la oposición política se retiró del recinto luego de insistir en la necesidad de que el vice dé un paso al costado.
Mientras la Casa Rosada no da ninguna señal de haberle soltado la mano y desde algunos sectores kirchneristas hay algunos que se animan a pedirle que salga de la escena para no afectar al gobierno nacional, la oposición insiste en reclamar un gesto por parte de Boudou o de la misma presidenta, para que lo inste a tomar licencia o reiniciar el proceso de juicio político.
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