En los últimos días se vivieron horas de tensión en el mundo de la pesca. Luego de que el Consejo Federal Pesquero habilitara el procesamiento de langostino obtenido en aguas nacionales en las plantas de Mar del Plata, distintos sectores políticos y gremiales de Chubut tuvieron una dura reacción.

Camiones frenados con langostino fresco, cortes de ruta y declaraciones cruzadas del gobernador Arcioni, representantes de las cámaras y el Consejo e incluso el intendente Montenegro. Los argumentos entre la ciudad balnearia y las del sur pasan por un punto clave: el trabajo. 

¿Por qué? Se calcula que para el procesamiento de una tonelada de merluza se requieren entre 35 y 40 obreros, mientras que para una de langostino, 125. Es decir, el triple de mano de obra en tierra.

Los desembarques de langostino tuvieron un crecimiento sostenido en la última década y por tratarse de un producto con gran valor agregado y destino internacional, se tornó el recurso más preciado del Mar Argentino.

Tomando los totales del 2021, el principal puerto de destino de las capturas fue Puerto Madryn con 91.113,5 toneladas, a la que le siguió Rawson con 71.966. Mar del Plata, por su parte, alcanzó las 12.820. Si se analizan los datos de los primeros seis meses del año 2022, la proporción continúa mostrando una amplia diferencia: 4.459,6 toneladas para "La Feliz" y 33.016,7 para Rawson.

Un dato no menor, es que los números de los puertos chubutenses se componen casi exclusivamente de langostino con porcentajes poco significativos de otras especies. Mar del Plata, por su parte, cosecha importantes valores en la merluza, su bastión histórico, pero también en la anchoíta.

Fuentes portuarias confiaron a La Tecla, que en Rawson no parecen tener los mismos niveles de reacción con estas últimas dos especies, de las que también parten camiones con destino bonaerense. Cabe destacar, que si bien la zafra de aguas nacionales es cercana a las provincias del sur, buena parte de la flota operativa y tripulación proviene de Mar del Plata.

Según datos de 2020, la ciudad cuenta con al menos doce frigoríficos dedicados al procesamiento en las distintas variantes de langostino con 1200 obreros contratados. El descabezamiento, las fábricas de peladores donde se realizan subproductos y finalmente el congelamiento y envasamiento, producen también, empleos indirectos.