La figura de los Rojos, por ahora, no fue vendido y hoy será suplente; Pellegrino tiene en el medio una zona superpoblada
Hay que ser sinceros desde el principio: Mauricio Pellegrino no esperaba tener aFederico Mancuello por estas horas en el plantel de Independiente. Así se lo habían dicho en las conversaciones iniciales los Moyano. La venta del mediocampista, el jugador más destacado en los últimos tiempos, era casi un hecho por los deseos del futbolista y por una cláusula de rescisión no tan descabellada, US$ 5.000.000. Sin embargo, y aunque falta un mes para el cierre del libro de pases en Europa, Mancuello sigue en el club, está casi a punto físicamente y hoy será suplente ante Colón, en Santa Fe. Entonces, es el punto exacto en el que vale la pregunta: ¿es una solución o un problema para los Rojos? Sobre todo por el funcionamiento medianamente confiable que encontró el equipo desde que se reanudó el torneo, con tres victorias consecutivas.
"Él es un referente del equipo. No tenemos límites para esperarlo. Nosotros vendemos cuando quieren desde afuera y él es jugador de Independiente hasta que llegue una oferta", aseguró Pellegrino, que, por las dudas, se blindó con los refuerzos: Jorge Ortiz y, sobre todo, el uruguayo Cristian "Cebolla" Rodríguez, la incorporación estrella del receso.
Más allá de las declaraciones, Mancuello quiere irse porque considera que es el momento justo y porque, además, no le gustaron algunas declaraciones de los dirigentes contra su representante y sobre la influencia que éste -Jorge Cyterszpiler- tendría sobre él. Hay otro punto importante: el volante apuntaba a una transferencia hacia España, Italia o, a lo sumo, Brasil, por recomendación del DT del seleccionado, Gerardo Martino, para que no perdiera ritmo de competición en alguna liga menor, como podrían ser la de Ucrania o Qatar, de donde más interesados se mostraron por él.
"¿La verdad? Uno siempre quiere estar. Hicimos todo lo posible. Estoy con la tranquilidad de que uno hizo todo lo posible para estar al ciento por ciento y para disfrutar en el club. Ahora, a acompañar y buscar los tres puntos. Hay que prepararse para competir", manifestó Mancuello, al paso, en radio La Red. EL N° 11 se perdió los últimos tres partidos por suspensión.
Si Mancuello no se va, Pellegrino tendrá una superpoblación en el medio campo, por más que lo utilice por el centro, como más rindió con el anterior DT, Jorge Almirón, o por la izquierda, donde llegó para jugar sí o sí Cebolla Rodríguez. Los otros puestos se disputan entre Ortiz, Jesús Méndez, Martín Benítez -uno de los mejores-, Julián Vitale y Matías Pisano. Eso sin contar a Franco Bellocq, que aparece unos cuerpos más atrás, y al uruguayo Diego Rodríguez, que se recupera de la fractura del peroné izquierdo y que estará disponible dentro de un mes y medio, aproximadamente. Además, no hay discusión con los atacantes: Lucas Albertengo y el uruguayo Diego Vera.
La comisión directiva pensaba que la venta de Mancuello sería más fácil. Es más, contaba con ella para seguir solucionando inconvenientes financieros. Lo bueno es que no tiene apuro desde la situación contractual, ya que el jugador renovó el vínculo a fines del año pasado y vencerá en diciembre de 2016.
Los Moyano, Hugo y Pablo, creían que la venta de Mancuello sería mucho más sencilla. Pero no los convencieron las propuestas que llegaron desde Brasil (Palmeiras), España (Celta de Vigo) y Ucrania (Dnipro), la más cercana en los números. Consideraban, al igual que el entorno del volante, que era el momento indicado por el alto nivel que había mostrado, incluso, en el seleccionado argentino, en el que debutó con un gol de tiro libre en el amistoso ante El Salvador (2-0). Lo cierto es que, más allá del cariño, Independiente no sabe hoy si Mancuello es una solución o un problema.
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