Las autoridades de CALF y de la Provincia de Río Negro pasaron ayer a un cuarto intermedio hasta hoy para terminar de definir el acuerdo por el suministro de electricidad a Las Perlas.

Las partes se reunieron en Neuquén y casi alcanzaron un entendimiento pleno en todos los puntos técnicos y legales considerados, salvo en uno, que quedó en saldarse en esta jornada, cuando vuelvan a verse las caras. La cita se programó para las 19.30, siempre en la capital neuquina.

El punto de discordia pasa por la transmisión al Estado rionegrino de los postes, líneas y transformadores de la cooperativa, un tema muy complejo por los requisitos jurídicos, administrativos y de seguridad que están implicados.

De la reunión de ayer participó, por un lado, la plana mayor de CALF, encabezada por Fernando Garayo, quien estuvo acompañado por los integrantes de la conducción de la entidad y sus asesores técnicos y legales; por el otro, el secretario de Energía, Guillermo Gesualdo, y el responsable  del área de Energía Eléctrica de la cartera, Marcelo Echegoyen, entre otros funcionarios.

Garayo destacó el alto grado de consenso alcanzado hasta ahora, y se mostró optimista en cuanto a llegar a un acuerdo definitivo que dé por superado completamente el conflicto que ponía en riesgo el abastecimiento eléctrico a los perlenses.

Consenso

Manifestó que ya hay consenso en temas fundamentales, como son el hecho de que Río Negro se hará cargo de la distribución y cobro de la energía, para lo que ha expresado su determinación de invertir para la instalación de medidores y la mejora integral del sistema.

Las partes consensuaron un plazo de tres meses de colaboración mutua para garantizar el suministro, tras los cuales será la Provincia la que asuma toda la responsabilidad por la prestación. De este modo, se evitarán inconvenientes a los usuarios, que estaban muy preocupados por la posibilidad de quedarse sin la luz.

“Hemos trabajado mucho, no se ha perjudicado a nadie y compartimos posturas muy importantes”, destacó el cooperativista, quien agregó que, con el entendimiento, “CALF dejará de perder dinero, se evitará la posibilidad de accidentes en el poblado y Río Negro asumirá un servicio en una de sus ciudades”.